1. Mi jefe me convirtió en su esclava


    Fecha: 24/09/2019, Categorías: Dominación / BDSM Autor: rominasumisa, Fuente: CuentoRelatos

    ... que pude.
    
    -Buena perra -me lisonjeó Álvaro- Ahora abre bien esos tiernos ojitos y trágate hasta la última gota porque lo que derrames lo lamerás directamente del suelo -Amenazó y yo sabía que no sería gratuitamente.
    
    Así que en cuanto el primer chorro de tibio y amargo liquido cayó en mi boca, me apliqué todo lo que pude en un supremo esfuerzo de autocontrol por beberme todo lo que podía, pero como era de esperar, al poco me atraganté y unas potentes nauseas se apoderaron de mi, que afortunadamente pude contener antes de vomitarlas.
    
    El resultado fue que acabé completamente bañada en la orina de mi señor, y mi cuerpo quedó recubierto de tan en un principio repulsivo líquido, pero para mi sorpresa la cosa fue mucho menos desagradable de lo que mi mente temía.
    
    El meado tenía un sabor acre y amargo pero menos desagradable de lo que pensé en un principio y su tibia temperatura me había hecho experimentar una sensación de bienestar al caer sobre mi cuerpo.
    
    Simplemente me había atragantado a causa de mi poca práctica en beber a gollete y a mis propios nervios.
    
    Aunque en esos momentos me negaba a reconocerlo la experiencia me había agradado, en parte por el significado de entrega y sumisión que entrañaba y que de nuevo había conseguido que me encontrara excitada y al borde del orgasmo.
    
    Sin embargo mi tarea aún no había terminado. Un creciente charquito de orinas incrementándose aún por el goteo de mi cuerpo se encontraba a mis pies, y a una significativa mirada de Álvaro, me puse a cuatro patas, saqué la lengua y empecé a lamer todo el líquido que se encontraba derramado en el suelo.
    
    La sensación era por un lado más desagradable todavía, ya que la orina se había enfriado y su sabor era todavía más desagradable, pero la morbosa y denigrante situación hacia que me encontrara más y más excitada a cada momento. ¿Cómo podía ser que con cada nueva humillación yo respondiera excitándome más y más? ¿Acaso era una completa degenerada y no lo había descubierto hasta aquel día? Sin duda eso sería, no había otra explicación.
    
    De pronto una embestida en mi trasero me sacó de mis pensamientos, uno de aquellos hombres me había metido su polla por el culo aprovechando la favorecedora postura en que había quedado.
    
    Yo ni siquiera me giré, ocupada como estaba en lamer y lamer, pero de inmediato mi cuerpo se tensó y comencé a correrme como una perra en celo, encadenando un orgasmo tras otro.
    
    Hasta entonces yo ignoraba que era multiorgásmica, sin duda porque hasta ahora jamás había sentido tanto placer, y estaba a punto de terminar de lamer el suelo y dejarlo completamente seco cuando sentí en mi interior como un chorro de caliente leche inundaba mis intestinos lo que me provocó de nuevo otro orgasmo todavía más potente, luego del cual caí rendida al suelo como un animal, sin importarme el aspecto que ofrecía ni lo que pensaran de mi aquellos hombres, y de inmediato me sumergí en un reparador sueño casi más bien un sopor que me liberó por unas ...