1. Voluntariado. 1ª parte


    Fecha: 24/09/2019, Categorías: Dominación / BDSM Autor: fuego de Hefesto, Fuente: TodoRelatos

    ... volandas por el pasillo, sin que la adolescente se percatase ni por un momento de su desplazamiento. La llevaron escaleras arriba. Eso quiere decir que depositaron a Virginia dentro de la estancia privada del gran jefe, el cual esperaba junto a la puerta y no pudo evitar relamerse al observar el cuerpo de la bella durmiente cuando la entraron en su habitación. Las mujeres la dejaron descansar en el lecho del gran jefe, una cama enorme de matrimonio con dosel que recibió cómodamente a la jovencita, cuya respiración seguía constante y era el único signo de vida de su cuerpo…Mientras, el gran jefe, que seguía hipnotizado por las formas del cuerpo de su próxima ofrenda, sostenía en las manos un pergamino muy ajado. Se trataba de una receta que seguía a menudo, cada vez que una jovencita llegaba a él por el plan de agencias que tenía diseñado para seleccionar y captar a las candidatas más idóneas para él. La receta para curar la grave enfermedad decía algo así…
    
    “Seleccionar a una chica joven, en pleno desarrollo de su sexualidad. Deberá ser bella y risueña, pero lo más importante es que no haya practicado sexo con ningún hombre antes, pues este es el mayor potencial del tratamiento. Deberá haberse comprobado previamente que su membrana virginal esté intacta. La joven elegida deberá pasar una noche en las estancias del paciente, para lo cual puede dársele el brebaje Koraa para inducirla al sueño. Para que el cuerpo de la chica deje a punto las propiedades curativas es necesario que duerma completamente desnuda durante esa noche, y que su piel esté impregnada del ungüento de la tribu. Al día siguiente, debe tener lugar sin dilación la penetración de la joven y por consecuencia la rotura del Himen, benefactor del poder curativo. Los gritos de dolor y la sangre son buenos indicativos de que la enfermedad está siendo combatida. Se recomienda verter todo el semen dentro de la hembra con cierta periodicidad, hasta drenar por completo los testículos, preferentemente al amanecer o al atardecer. Pasados unos meses, el bulto que nacerá en la tripa de la chica será el mejor indicativo de la salud completa del hombre.”
    
    Las tres sirvientas africanas se encontraban alineadas contra la pared, dirigiendo su mirada al cuerpo de Virginia que estaba dispuesto en el gran lecho matrimonial del gran jefe. Él, por su parte, miraba de forma muy ansiosa a la joven que dentro de unas horas sería de su total disfrute para un óptimo tratamiento, como ocurría con cada chica extranjera que llegaba engañada a la casa.
    
    Siguiendo la rutina habitual, las sirvientas se acercaron a la ofrenda y comenzaron a desvestirla. El negro vigiló la operación muy de cerca, pues no quería perderse ni un detalle del escultural cuerpo que prometía la dueña de ese vestido negro. Quitaron sus zapatos de tacón y los dejaron al pie de la cama. Incorporaron un poco a la joven pues el broche del vestido parecía estar en la parte de detrás, y Virginia quedó suspendida en el aire, apoyada por varios ...
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