1. Viviendo entre golfas [01]


    Fecha: 17/08/2024, Categorías: Incesto Autor: Reina de Picas, Fuente: TodoRelatos

    ... la cena, Celeste y Belén, para asombro de Luis, se comportaron en la mesa como si fuesen las novicias de la vela perpetua. Luis adivinó que en presencia de Gonzalo, ellas actuaban como si no rompieran un solo plato.
    
    La cosa resultó un poco más incómoda para Luis cuando su hermana le dijo a Gonzalo que ya se fueran a dormir. Y el hecho de que Celeste compartiera la cama con un hombre no dejaba de sorprenderlo. Estas cosas en su pueblo no se veían. Celeste se adelantó al cuarto, diciéndole a su novio:
    
    —Te espero en la cama, amorcito.
    
    Y Gonzalo le respondía con una sonrisa ávida. Su cuñado sabía que esa noche se cogería a Celeste y eso le molestaba un poco a Luis. De cualquier modo, antes de irse con Celeste, Gonzalo le dio una palmada a Luis y le dijo:
    
    —Me da mucho gusto conocerte, Luis. Quiero decirte que en tu hermana he encontrado a la chica más maravillosa del mundo. Se nota que tus padres los criaron como gente bien. Celeste me ha demostrado ser una chica con valores, respetuosa y, sobre todo, fiel.
    
    En efecto, Gonzalo resultó ser un tipo de puta madre. Amable, caballeroso, trabajador (se dedicaba a la venta de autopartes de vehículos) y, sobre todo, con un gran amor que le prodigaba a Celeste.
    
    El único “pero” que encontraba Luis en Gonzalo era que éste se quedara con su hermana durante los fines de semana.
    
    —Sólo ámala y cuídala mucho, Gonzalo.
    
    —Así será, cuñado, así será.
    
    Gonzalo se fue al cuarto de su hermana, Nicol se despidió de Luis dándole dos besos húmedos en las mejillas (que lo empalmaron involuntariamente) y Belén se burló de Luis, diciéndole:
    
    —Gonzalo apenas sabe coger, Luisito, así que yo pienso que sí podrás dormir. Más bien cuando venga Roberto, el amante de tu hermana, ahí sí te recomiendo que te pongas migajas de pan en las orejas. Con lo bien que coge Roberto, y con lo guarra y gritona que es tu hermanita, Pfff, no dormirás en toda la noche jajajaja.
    
    —Buenas noches, Belén —respondió Luis un poco molesto.
    
    En efecto, esa noche y la siguiente, en que se quedó Gonzalo con su hermana, Luis pudo dormir bien. La noche del domingo, para amanecer al lunes, Luis se levantó al baño, que estaba detrás de la sala, cerca del cuarto de su hermana, Luis pudo escuchar pequeños quejidos y un breve sonido que hacía referencia al muelle de la cama.
    
    Eran jadeos suaves, candentes y poco audibles, pero que no dejaban de oírse “ah, ah, ah” y el rechinar silencioso de la cama.
    
    Luis se puso como un tren oyendo gemir a su hermana y no pudo evitar masturbarse en el baño, hasta venirse sobre la taza del baño. Es cierto que Luis no tenía la gran verga, pero tampoco la tenía tan minúscula como un clítoris, como lo había dicho Celeste.
    
    Al salir del baño, Luis, caliente, siguió oyendo los gemidos de su hermana, y de sólo imaginar que su novio se la estaba cogiendo apasionadamente se volvió a empalmar. Se fue al sofá, y allí pudo oír apenas los jadeos, aunque en muy baja frecuencia. Pero eso no evitó que se volviera ...
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