Entregándome Al Pasado 5 - Relatos Eróticos

Entregándome Al Pasado 5

... corto, me presenté en la recepción, donde una simpática chica albina me indicó que me dirigiera al piso 10 que era donde las aspirantes eran entrevistadas. Me dio instrucciones precisas para llegar a una pequeña sala de reuniones, en la cual había una mesa con 4 sillas a un lado y dos sillas del lado contrario. La sala además tenía un ventanal que dejaba ver el resto del piso, lleno de cubículos y gente caminando de un lado a otro, entre los cuales destacaban las chicas vestidas de forma sexy llevando cafés en bandejas, tentempiés, o documentos. En la pared contraria al ventanal había un espejo bastante grande que la ocupaba casi toda.

Al rato de llegar yo, llegaron tres personas, dos mujeres y un hombre. Este último se presentó como Milton, mientras que, de las mujeres, la más joven se presentó como Gabriela y la mayor se presentó como Gloria. De los tres, noté como Milton y la señora Gloria me recorrieron con su mirada de arriba abajo, especialmente esta última. Los tres iban vestidos de forma bastante formal, aunque debo admitir que la señora Gloria fue quién más me llamó la atención, ya que se veía mucho más hermosa e imponente que sus dos acompañantes.

Se sentaron del lado de las 4 sillas, momento en que llegaron Samir y Clarissa. La negra iba vestida con mí mismo estilo, aunque de forma mucho más atrevida: su minifalda era tejida y de color negro, parecía más una red que una falda, y dejaba ver su tanga blanca que llevaba debajo. Apuesto que el color de esa prenda intima fue escogido a propósito para que se notara con más facilidad. Arriba, una blusita blanca sin sujetador cubría su torso. No, no era transparente, pero si muy ceñida, tanto, que los botones parecía que fueran a reventarse, dejando grandes agujeros a lo largo del centro de su cuerpo, especialmente el que estaba en todo el centro de sus tetas. Terminaban de "vestirla” unos botines blancos que dejaban al aire sus talones y los dedos de sus pies.

Samir se sentó junto con los otros, mientras que Clarissa se ubicó a mi lado, ambas de pie. -Siéntense. Comenzaremos ya. -Dijo Samir. Ambas obedecimos y nos sentamos en los dos puestos contrarios a ellos.

Milton y Gabriela fueron los que hicieron una serie de preguntas, todas formales, con respecto a nuestros trabajos anteriores, nuestras experiencias y habilidades. Clarissa y yo fuimos contestando una a una con una amplia sonrisa en nuestros rostros, con seguridad y tranquilas.

-Bien. -Dijo Milton. -Por mi parte esas son todas las preguntas. Y me gustaron las respuestas. Ahora si me disculpan, tengo una reunión con Corina y Eduardo. -Dijo al terminar las preguntas, mientras se ponía de pie.

-Si, por mi parte también estoy lista. Y no tengo problemas con que sean contratadas. Están sobrecalificadas para los cargos, pero ya que necesitan el empleo, pues no tengo problemas con que se queden. -Dijo Gabriela, también poniéndose de pie. -Debo irme, que tengo que entregarle la documentación a la gente de Le Tarseit. Con su ...