Entregándome Al Pasado 5 - Relatos Eróticos

Entregándome Al Pasado 5

... más estrechos de mi vulva, recogiendo mis flujos vaginales. En ese momento Gloria se puso de pie, permitiéndome ver que una chica pelirroja, la cual no tenía ni puta idea de donde había salido, estaba entre mis piernas mamando mi cuca con deseo. Le calculé unos 20 años, y llevaba una chaqueta azul cielo puesta, debajo de la cual tenía una blusa blanca. Tenía también una falda del mismo color de la chaqueta arremangada hasta la cintura, unos tacones cerrados tacón de aguja negros, y en su cuello un carnet de cinta roja.

Samir había cambiado de boca, ya no era la milf la que mamaba su verga, era Clarissa, quien estaba a cuatro patas con el culo bien paradito, mientras que un hombre de unos 25 años, rubio y de ojos azules, vestido con pantalones de vestir azules, del mismo azul que la chaqueta y falda de la pelirroja, zapatos negros de vestir y camisa manga larga blanca, mamaba el culo de la negra. También tenía un carnet de cinta roja colgando en su cuello.

Gloria se sentó sobre la mesa con las piernas abiertas y comenzó a tocarse viendo la escena. No pasó mucho tiempo para que se corriera en abundancia, con fuertes temblores que hicieron estremecer la mesa, yendo sus jugos a parar en el piso. Casi al mismo tiempo, Samir sacó la verga de la boca de Clarissa, para pajearse y correrse directamente en el piso de forma abundante también.

-Uffff...que rico. -Dijo Samir, luego de disparar cuatro espesos chorros de leche en el piso, mientras Clarissa y yo nos retorcíamos de placer, aunque, al menos en mi caso, estaba lejos del orgasmo. -Ya basta, dejen a las nuevas. Limpien el piso. -Ordenó Samir.

Inmediatamente, los dos desconocidos se separaron de nuestras partes íntimas, y gateando, se dirigieron a las corridas. Lo curioso de la situación fue ver que la chica pelirroja fue hacia el charco de flujos de Gloria, mientras que el chico se dirigió hacia el charco de semen de Samir, limpiando ambos con sus bocas las respectivas corridas.

Esto acrecentó mi excitación, pero me dejaba una pregunta clave. ¿Qué coño pasaba en esta empresa?

-Jajaja -Rió Gloria. -Mira la cara de estas dos. -Terminó de decir divertida al notar las caras de extrañeza que Clarissa y yo teníamos.

-Jajaja si...-Respondió Samir. -Bienvenidas a nuestra empresa perritas. Por cierto, me quedo con la tetona.

-Bien, yo te iba a pedir a la negra. -Dijo Gloria. -Me divertiré mucho con ella.

-Vístanse. -Nos ordenó Samir. -Y ustedes dos, apúrense.-Les dijo a los dos desconocidos.

Mientras me arreglaba la blusa rota para que quedara medo decente, pude notar una gran erección en los pantalones del chico, mientras la chica tenía los pezones empitonados y no podía evitar llevar una mano entre sus piernas para sobarse un poco de cuando en cuando por encima de la tela de la falda. Una vez sorbieron todos los jugos, se pusieron de pie y salieron de la oficina.

Samir y Gloria se arreglaron sus ropas y una vez todos listos, nos hicieron seguirlos. Clarissa fue con Gloria a ...