Se descubre una nueva ilusión 11 - Relatos Eróticos

Se descubre una nueva ilusión 11

... ropa menos la ropa interior. –¡Después, os la quitáis y os la meteréis en la boca de putos cerdos! –ordenó Ama Angela. Angela empezó a dar latigazos en el suelo con una maestría que los dejó paralizados, mientras que las chicas se quitaban los sujetadores y sus bragas meadas para metérselas dentro de sus bocas, obedeciéndola, quedándose desnudas, excitadas y mojándose sus coños con sus fluidos, mientras que sus humedades caían por sus muslos hasta el suelo, formándose un charco de fluidos de putas en celo.

Esa escena, no la habían visto nunca ellos, porque se empalmaron al verlas. –¿Y vosotros a qué esperáis? –ordenó Ama Angela. Ellos se quitaron los calzoncillos, junto con sus camisetas, viendo que algunos se habían corrido en ellos. –¡Vaya, vaya, vaya, así que os habéis corrido gracias a mí! –dijo Ama Angela. –Seguramente, sufrís de eyaculación precoz. –¡Ja, ja, ja, ja! –se reía Ama Angela. –Todos os habéis corrido tanto en las bragas como en los calzoncillos. –dijo Ama Angela. –Vosotros, meteos los calzoncillos dentro de vuestra boca, inútiles. –ordenó Ama Angela. –¡Y Poneos de rodillas junto con vuestras compañeras esclavas en la misma posición, que mis esclavas Clara y Lucía! –ordenó Ama Angela. Las chicas se abrían de piernas, sentadas sobre sus plantas de sus pies con las manos detrás de la cabeza y su mirada al suelo. Los chicos al ver que Angela estaba dando latigazos al suelo cerca de ellos, obedecieron al momento después de que ellas la obedecieran, se metieron los calzoncillos en sus bocas, mientras se ponían con la misma posición que ellas. Angela se puso detrás de ellos, diciéndoles a todos. –Estáis en deuda conmigo por haber hecho esas fotos y grabado esos vídeos, pero además por correros a mi costa gratis. –dijo Ama Angela. –¡Ahora, voy a cobrar esas deudas, esclavos! –dijo Ama Angela. Angela se puso detrás de ellos para empezar a darles latigazos. Sus normas eran claras y sencillas. –¡Contadlos y repetid! –¿Qué sois? –¿Quién soy? –¿Y de quién sois?

–¡Zas! –¡Zas! –¡Zas! –¡Zas! –¡Zas! –¡Zas! –¡Zas! –¡Zas! –Uno, mi Ama Angela, –¡Aaah, aaah, aaah! –gemía la esclava. –¡Mmm, mmm, mmm! –gemía la esclava. “Soy Maite Arapiles Suarez, soy esclava y perra de mi Ama Negra Angela, le pertenezco y soy de su propiedad para servirla y obedecerla mi Ama Negra Angela.

–¡Zas! –¡Zas! –¡Zas! –¡Zas! –¡Zas! –¡Zas! –¡Zas! –¡Zas! –Dos, mi Ama Angela, –¡Aaah, aaah, aaah! –gemía la esclava. –¡Mmm, mmm, mmm! –gemía la esclava. “Soy Vanessa Ponce Sander, soy esclava y perra de mi Ama Negra Angela, le pertenezco y soy de su propiedad para servirla y obedecerla mi Ama Negra Angela.

–¡Zas! –¡Zas! –¡Zas! –¡Zas! –¡Zas! –¡Zas! –¡Zas! –¡Zas! –Tres, mi Ama Angela, –¡Aaah, aaah, aaah! –gemía la esclava. –¡Mmm, mmm, mmm! –gemía la esclava. “Soy Alberto López, soy esclavo y perro de mi Ama Negra Angela, le pertenezco y soy de su propiedad para servirla y obedecerla mi Ama Negra Angela.

–¡Zas! –¡Zas! –¡Zas! –¡Zas! –¡Zas! –¡Zas! –¡Zas! –¡Zas! –Cuatro, mi ...