Se descubre una nueva ilusión 11 - Relatos Eróticos

Se descubre una nueva ilusión 11

... su polla descomunal otra vez erecta y gigante desafiándote, queriéndote follar, pensabas todas ellas. –¡Si queréis follar con mi esclavo, decírmelo! –dijo Ama Ariadna. –¿Se puede follar con un perro? –preguntó Senah. –Claro que se puede. –dijo Dinah. –¿No has visto la zoofilia? –dijo Shara. –Si, es cuando un ser humano folla con un animal. –dijo Senah. Todas lo estuvieron hablando para al final decirle a su amiga Ariadna, –Todas queremos ser folladas por esa polla del perro, porque nunca hemos tenido la ocasión de ver una de ese tamaño. –dijo Zemira. –Además, sentirla dentro de nuestro cuerpo, debe de ser maravilloso. –dijo Dinah junto con todas las demás. –¡Vale! –dijo Ama Ariadna. –Lo que quería era encular a mi esclavo, así que ahora que lo he hecho gemir con una puta, os lo podéis follar, una detrás de la otra, pero antes vamos a rematar la faena. –Observar como debéis de tratar a un esclavo si alguna vez lo tenéis. –dijo Ama Ariadna, sacando el látigo, para empezar a darle latigazos. –¡Ponte en posición, esclavo! –ordeno su Ama Ariadna. Roberto se puso de rodillas, con las manos a delante, para asegurar que los latigazos dieran en el blanco. Ariadna deseaba esto hace muchísimo tiempo, no sólo someterlo sino doblegarlo como a otro pelele en sus manos. –¡Empieza a contarlos, esclavo! –dijo su Ama Ariadna, mientras las demás se sentaban en las sillas a mirarlo todo.

–¡Zas! –Uno. –¡Aaah, aaah, aaah! –gemía el esclavo de dolor. –¡Mmm, mmm, mmm! –gemía el esclavo de placer. Muchas gracias mi Ama Ariadna.

–¡Zas! –Dos. –¡Aaah, aaah, aaah! –gemía el esclavo de dolor. –¡Mmm, mmm, mmm! –gemía el esclavo de placer. Muchas gracias mi Ama Ariadna.

–¡Zas! –Tres. –¡Aaah, aaah, aaah! –gemía el esclavo de dolor. –¡Mmm, mmm, mmm! –gemía el esclavo de placer. Muchas gracias mi Ama Ariadna.

–¡Zas! –Cuatro. –¡Aaah, aaah, aaah! –gemía el esclavo de dolor. –¡Mmm, mmm, mmm! –gemía el esclavo de placer. Muchas gracias mi Ama Ariadna.

–¡Zas! –Cinco. –¡Aaah, aaah, aaah! –gemía el esclavo de dolor. –¡Mmm, mmm, mmm! –gemía el esclavo de placer. Muchas gracias mi Ama Ariadna.

–¡Zas! –Seis. –¡Aaah, aaah, aaah! –gemía el esclavo de dolor. –¡Mmm, mmm, mmm! –gemía el esclavo de placer. Muchas gracias mi Ama Ariadna.

–¡Zas! –Siete. –¡Aaah, aaah, aaah! –gemía el esclavo de dolor. –¡Mmm, mmm, mmm! –gemía el esclavo de placer. Muchas gracias mi Ama Ariadna.

–¡Zas! –Ocho. –¡Aaah, aaah, aaah! –gemía el esclavo de dolor. –¡Mmm, mmm, mmm! –gemía el esclavo de placer. Muchas gracias mi Ama Ariadna.

–¡Zas! –Nueve. –¡Aaah, aaah, aaah! –gemía el esclavo de dolor. –¡Mmm, mmm, mmm! –gemía el esclavo de placer. Muchas gracias mi Ama Ariadna.

–¡Zas! –Diez. –¡Aaah, aaah, aaah! –gemía el esclavo de dolor. –¡Mmm, mmm, mmm! –gemía el esclavo de placer. Muchas gracias mi Ama Ariadna.

–¡Zas! –Once. –¡Aaah, aaah, aaah! –gemía el esclavo de dolor. –¡Mmm, mmm, mmm! –gemía el esclavo de placer. Muchas gracias mi Ama Ariadna.

–¡Zas! –Doce. –¡Aaah, aaah, aaah! –gemía ...