Se descubre una nueva ilusión 11 - Relatos Eróticos

Se descubre una nueva ilusión 11

... –¡Mmm, mmm, mmm! –gemían los esclavos. Todos se comieron un trozo de mierda, lamiendo hasta el suelo. Entonces, llamo a sus esclavas Clara y Lucía que se acercaron hasta ella, besándola las botas para luego esperar sus deseos y órdenes de su Ama y dueña. –¡Cagad y mearos en el suelo! –ordenó Ama Angela. –¡Lamed y comer todos a partes iguales, esclavos! –dijo Ama Angela. Una vez que terminaron, esperaron en silencio en la posición que les habían enseñado. Angela ordenó a sus esclavas Clara y Lucía, sacar los cordones de las zapatillas de todos, así que Angela fue atando los cordones de cada uno formando una cuerda, poniéndosela en el cuello a cada uno de ellos.

Entonces, Angela se acercó a una tienda compró unos bollos de chocolate, de nata, con algunas cosas más para volver a donde estaban todos sus esclavos esperando sentados sobre sus plantas de sus pies con las piernas abiertas y con las manos detrás de la cabeza sin contar que miraban al suelo. Nada más llegar a donde estaban ellos, les ordenó. –¡Coged el extremo de las cuerdas con vuestra boca, y seguidme, esclavos! Ella se dirigió al banco donde había sometido a su esclava Sonia, sentándose en él, empezó a comer mientras iba escupiendo en el suelo. –¡Comed perros, uno detrás del otro! –ordenó Ama Angela. Unos detrás de otros, iban comiendo la comida masticada de su Ama Angela, mientras ella escribía unos mensajes, hablaba por teléfono y les grababa con el móvil como prueba de su esclavitud de ellos. Cuando se cansó de hacer eso, fue ordenando que le lamieran las botas, uno a uno iba lamiendo las botas. Según terminaba uno ella se levantaba para caminar por la arena, arrastrando las botas por el suelo, regresando de nuevo para que el siguiente, lamiera y limpiara sus botas. Detrás de ello se descalzo y estuvo cinco minutos poniendo sus pies con calcetines en la cara de cada uno de ellos para que se acostumbraran al olor de sus pies, para después, empezar a lamerlos, pero también se levantaba para caminar descalza, así que siempre tenía los pies sucios para que sus esclavos los lamieran.

Una vez que terminaron, ellas los preguntó nuevamente a cada uno de ellos. –¿Quién eres? –¿Qué eres? –¿Quién soy yo? ¿Y de quién eres? –preguntó Ama Angela.

–“Soy Maite Arapiles Suarez, soy esclava y perra de mi Ama Negra Angela, le pertenezco y soy de su propiedad para servirla y obedecerla mi Ama Negra Angela.

–“Soy Vanessa Ponce Sander, soy esclava y perra de mi Ama Negra Angela, le pertenezco y soy de su propiedad para servirla y obedecerla mi Ama Negra Angela.

–“Soy Alberto López, soy esclavo y perro de mi Ama Negra Angela, le pertenezco y soy de su propiedad para servirla y obedecerla mi Ama Negra Angela.

–“Soy Sara Gutiérrez Pérez, soy esclava y perra de mi Ama Negra Angela, le pertenezco y soy de su propiedad para servirla y obedecerla mi Ama Negra Angela.

–“Soy Claire Angino Luyer, soy esclava y perra de mi Ama Negra Angela, le pertenezco y soy de su propiedad para servirla y ...