Se descubre una nueva ilusión 11 - Relatos Eróticos

Se descubre una nueva ilusión 11

... mmm, mmm! –gemía la esclava. “Soy Claire Angino Luyer, soy esclava y perra de mi Ama Negra Angela, le pertenezco y soy de su propiedad para servirla y obedecerla mi Ama Negra Angela.

–¡Zas! –¡Zas! –¡Zas! –¡Zas! –¡Zas! –¡Zas! –¡Zas! –¡Zas! –Veinticuatro, mi Ama Angela, –¡Aaah, aaah, aaah! –gemía la esclava. –¡Mmm, mmm, mmm! –gemía la esclava. “Soy Pedro Guaros Aredos, soy esclavo y perro de mi Ama Negra Angela, le pertenezco y soy de su propiedad para servirla y obedecerla mi Ama Negra Angela.

–¡Zas! –¡Zas! –¡Zas! –¡Zas! –¡Zas! –¡Zas! –¡Zas! –¡Zas! –Veinticinco, mi Ama Angela, –¡Aaah, aaah, aaah! –gemía la esclava. –¡Mmm, mmm, mmm! –gemía la esclava. “Soy Rafael Guerrero Pérez, soy esclavo y perro de mi Ama Negra Angela, le pertenezco y soy de su propiedad para servirla y obedecerla mi Ama Negra Angela.

–¡Zas! –¡Zas! –¡Zas! –¡Zas! –¡Zas! –¡Zas! –¡Zas! –¡Zas! –Veintiséis, mi Ama Angela, –¡Aaah, aaah, aaah! –gemía la esclava. –¡Mmm, mmm, mmm! –gemía la esclava. “Soy Julian Roses Wees, soy esclavo y perro de mi Ama Negra Angela, le pertenezco y soy de su propiedad para servirla y obedecerla mi Ama Negra Angela.

Cuando terminó de darles los latigazos, veía como las lágrimas caían por sus mejillas, pero eso no hizo que se apiadara de ellos. Angela se puso delante de la primera que se llamaba Maite. –¡Ponte de rodillas y ladra como un perro, esclava! –ordenó Ama Angela. –¡Guau, guau, guau! –ladraba Maite, poniéndose a cuatro patas. Entonces, le dijo. –Mira siempre al suelo o a los pies de tu Ama y tu dueña, esclava. –ordenó Ama Angela. –Nunca me mires a mis ojos si no te doy permiso, esclava. –dijo Ama Angela. –¿Qué eres Maite? –preguntó Ama Angela. –Soy su esclava mi Ama Angela. –respondió Maite, besando sus botas. –Muy bien, esclava blanca. –respondió Ama Angela. Ella fue haciendo lo mismo con todos, uno a uno hasta que todos estaban sometidos por sus métodos de dominación y sumisión. Angela empezó a idear otro juego en el que se iba a divertir muchísimo, así que sacó el consolador con un arnés del bolso para ponérselo, mientras empezaba a reírse de la situación.

La verdad, que ella, estaba contenta con el bolso que tenía porque le cabía prácticamente todo, y justamente hoy le estaba sirviendo de mucha ayuda para sus oscuros pensamientos. Angela empezó a meter la polla en la boca de Maite, mientras la follaba su boca, que poco a poco iba metiéndosela hasta que se la metió completamente, manteniéndosela dentro varios minutos para continuar follándola su boca. Angela iba metiéndoselas en la boca a todas las chicas hasta que las acostumbró durante varios minutos a follarlas la boca. Todas ellas gemían de placer cuando ella las follaba sus bocas, mojándose sus coños junto con sus muslos, cayendo al suelo sus fluidos. –¡Aaah, aaah, aaah! –gemían las esclavas. –¡Mmm, mmm, mmm! –gemías las esclavas, una detrás de la otra. Ahora era el turno de los chicos, uno a uno les fue follando sus bocas con el consolador hasta que se la metió ...