Un castigo en la granja (10) - Relatos Eróticos

Un castigo en la granja (10)

... por primera vez el coño de mi tía en todo su esplendor. Realmente me pareció preciso. Toda esa mata de pelo cubriendo el centro de sus piernas, brillando por la gran cantidad de flujo que lo mojaba, fue algo que nunca olvidaré.

- Te gusta que… te lo hagan por el culo? – le pregunté después de su comentario.

- Cuando estoy muy guarra si, jajaja!

- Entonces… el tío… te la ha metido alguna vez por ahí!

- Ufff, Siiii! Pero de eso ya hace tanto…

- Pensaba que eras más… tradicional en estas cosas!

- Jajaja, y lo era cuando conocí a Antonio, pero después de casarnos pensé que con el podría hacer cosas como las que me contaba tu madre y fuimos probando.

Otra vez volvía a salir mi madre hablando de sexo.

- Joder tía, que pasa con mi madre? Ya la has nombrado en dos ocasiones cuando hemos hablado de sexo!

- Perdona cariño, pero es que me has preguntado e intento contarte el por qué de ciertas cosas!

- Vale, vale! Pero es que no me esperaba esto de mi madre. Ahora necesito saber más!

- Claro cielo! Lo entiendo. Yo te contaré todo, pero túmbate conmigo en la cama!

- Para qué?

- Quiero que me sobes y me pongas otra vez calentita mientras te lo cuento. Así me será más fácil hablar de los detalles, jijiji.

Se hecho hacia atrás hasta llegar con la cabeza a la almohada y yo me recosté a su lado. Incliné la cabeza y comencé a lamerle los gordos pezones.

- Tienes que prometerme que no le dirás nunca nada a ella!

- Lo prometo tía! – contesté impaciente

- Pues cuando tu madre estudiaba en la universidad tenía mucho éxito con los chicos, y lo del sexo era algo que le gustaba mucho. Algunas noches hablábamos en la sala, como lo haces tú con Laura, y me contaba los detalles. Con quién había estado, que habían hecho, como lo habían hecho.

- Todo eso te contaba?

- Síii, jijiji! Y no veas cómo se explayaba con los detalles. Se ponía caliente hasta cuando me lo contaba, jajaja!

Joder con mi madre! La verdad es que me resultaba difícil imaginármela follando.

- Y qué tipo de detalles te contaba?

- Pues como se la había chupado a algún chico, como las tenían de grandes y de gordas, las guarrerías que se decían, todas esas cosillas, jajaja!

“Menudas cosillas!” pensé asombrado.

- Entonces lo de hacerlo por detrás… te lo contó ella?

- Claro! Me decía que cuando se ponía muy guarra le encantaba sentir como la reventaban el culo, jajaja!

Mi tía me acarició la cabeza que tenía postrada sobre sus tetas antes de seguir. Mi mano, a la vez, acariciaba el vello rizado y sedoso que manaba de entre sus piernas.

- Al principio me parecían burradas insensatas, hasta que lo probé con Antonio y me di cuenta de todo lo que me estaba perdiendo.

No me podía creer lo que me estaba contando, pero mi polla se había puesto como el mármol. Comencé a chuparle los pezones de nuevo, incluso con más ganas. Su relato me había puesto salvaje y ya metía dos de mis dedos entre su raja.

- Ufff, si, síii, cielo! Como me gusta ...