Las refugiadas - La venta 5 - Relatos Eróticos

Las refugiadas - La venta 5

... del chofer Jadwiga Salió del vehículo y se internó en la nave por la puerta abierta. Había un montón de cajas de muy diversos tamaños. Vio una puerta en una pared de madera al fondo y se dirigió hacia ella. Iba a llamar cuando algo duro, circular y hueco se clavó en su espalda. Alguien pronunció una frase que no entendió.

—No lo entiendo —avisó Jadwiga—. ¿Habla inglés?

—Manos arriba —repitió la voz con acento eslavo—. ¿Qué buscas aquí?

—Vengo a recoger un pedido.

El desconocido soltó una risotada mientras la puerta se abría. Un hombre maduro, mal encardo, con barba de varios días e incipiente calvicie vestido con una camiseta y sujetando una Uzi apreció al terminar de abrir la puerta. Ambos hombres hablaron en un idioma que Jadwiga no entendió.

—Parece que los mensajeros ahora son más guapas —ironizó en inglés—. Pasa y convéncenos que no eres una poli si no quieres que te violemos.

Jadwiga entró en el despacho.

—¡Que bien a eso me apunto! —dijo y los dejó sorprendidos—, pero antes necesito que me deis este paquete. —Les mostró el móvil dónde ponía el número de pedido que le había enviado Pedro.

El de la Uzi vio el número de mensaje y lanzó una imprecación. Gritó algo al otro que desapareció en el almacén.