Las refugiadas - La venta 5 - Relatos Eróticos

Las refugiadas - La venta 5

... polla. Posiblemente si no hubiera sido por eso habrías sido más duro negociando. O habrías puesto los billetes encima de la mesa en el primer momento en lugar de cagarla tanto.

Aun así, te has esforzado y te mereces una recompensa. Pero no a la chica.

No. Es falso, la has cagado a fondo porque has pensado con la polla. Pero me has beneficiado y eso me interesa, por eso te voy a conceder algo para que la próxima vez conmigo vuelvas a pensar con la polla esperando la recompensa.

Te voy a permitir que uses solo uno de sus agujeros. Y solo en dos de ellos con total libertad.

Además, sea cual sea la opción que elijas, quiero un documento gráfico de ella en su móvil. No quiero hacerte chantaje, tranquilo. He instalado la aplicación faceup. Según el agujero (y lo que queráis, pero algunos se prestan otros no) podréis grabar un vídeo en primer plano de ella o un plano general. Por ejemplo, si le das por culo puedes grabar primeros planos y tu cara no saldría en ningún momento, solo tu polla, o elegir dejar el teléfono en la repisa y grabar un plano general. Si elijes su coño tendrá que ser un plano general, ya que quiero ver cómo te dan por culo, ya que no puedo hacerlo yo mismo. Si sacas planos generales con faceup puedes difuminar tu cara o cambiarla por la de cualquier famoso o foto que ella tenga en su móvil o que bajéis de internet.

Que disfrutéis».

—¿Conoces su contenido? —le preguntó enfadado a Jadwiga.

—Sí. Amo Pedro me lo ha explicado.

—¿Lo vas a seguir?

—Sí.

Jerry permaneció la mayor parte del viaje callado. No sabía cómo pero el carbón de Pedro lo había calado. Disfrutaba viendo cómo eran torturadas las mujeres de a Hryhorivka, pero también los hombres de Hryhorivka. Su suscripción a Hryhorivka Army era casi tan usada como la de a Hryhorivka Palace o Hryhorivka Hell. ¿Cómo coño se habría enterado? Aunque hubiera tenido acceso a las cuentas usaba tres correos distintos, y siempre accedía a través de una VPN, por supuesto no la de TOR que su agencia controlaba y rastreaba, aunque ese era un secreto mundialmente guardado, sino una de pago. Es cierto que en Hryhorivka Army no había sexo, solo chicos con sudorosos hombres uniformados golpeando a sudorosos hombres desnudos. Pero también que muchas veces los veía sentado sobre un enorme dildo que había comprado en un viaje a Ámsterdam y que se lo había enviado por medio de una conocida que no tenía nada que ver con la agencia ni con su familia. Y que desde que lo usaba regularmente ya no tenía problemas de estreñimiento. Pero por mucho que le gustase la idea, era imposible con la grabación. Se conformaría con darla por culo.

Llegaron al aeropuerto. Un coche de la embajada los esperaba en la terminal para recoger las maletas con los billetes. Ellos, sin embargo, se veían obligados a pasar por aduana. Un pequeño coche eléctrico los llevó hasta la terminal donde se acercaron al puesto de control. Jerry entregó su pasaporte al policía que lo selló y le dejó pasar. ...