1. Las refugiadas - La venta 5


    Fecha: 07/08/2024, Categorías: Dominación / BDSM Autor: JBWriter, Fuente: TodoRelatos

    ... ustedes retenido.
    
    »¿O quizás piensa que oculto algo en los tacones de mis sandalias? —Puso uno de sus pies sobre la mesa extendiendo la pierna en ángulo recto con respecto a la que se apoyaba y procedió a soltar la sandalia de 12 centímetros de plataforma y tacón de 26 que calzaba—. ¿O quizá en esta otra? —Cambió de pie dejando ambas sandalias sobre la mesa—. ¿O en los bolsillos de mi vestido? —Se pasó las manos por el cuerpo—. Lo siento no tengo bolsillos. —Se sacó el vestido por la cabeza y se lo tiró al guardia—. ¿Quizá pensaba que lo llevaba en mi inexistente ropa interior? —Al quitarse el vestido se había quedado completamente desnuda—. ¿O quizá más adentro?
    
    El guardia, nervioso, aprovechó que ella le había lanzado la prenda para verificar que no tenía bolsillos ni nada guardado entre las telas que lo componían.
    
    —Disculpe… pero debería registrarla una agente… femenina… y… no… entran… hasta…
    
    —¡Pero no puedo esperar tanto! —elevó el tono Jadwiga—. Tengo que hacer mis compras.
    
    »¿No podría registrarme usted? —Se acercó melosa hacia el guardia—. Y así me podría dejar salir antes.
    
    —Yo… yo… yo —tartamudeó azorado—… voy a consultarlo. Sí. Consultarlo.
    
    Salió apresuradamente del cuarto sin percatarse que aún llevaba en las manos el vestido de la sospechosa.
    
    Diez minutos después entró seguido de un hombre más mayor y robusto. JADWIGA se fijó que en su uniforme, este segundo, lucia unos galones que lo diferenciaban del resto de agentes que había visto hasta ahora. Dejó el vestido encima de la mesa.
    
    —Puesto que consideran necesario verificar que no oculta nada en su interior —empezó a decir en inglés y de corrido el guardia a la vez que miraba al espejo en lugar de a ella—, y dado que no hay ninguna agente femenina en este momento, mi jefe ha accedido a su petición de registrarla él , para acelerar el procedimiento… siempre que siga de acuerdo.
    
    —Sí, sí —aceptó Jadwiga—. adelante, cuanto antes mejor. Una mano es una mano. Pero, por favor use guantes.
    
    El ageste tradujo a su jefe que sacó unos guantes del bolsillo y se los puso. También un frasco de lubricante.
    
    —Hace el favor de inclinarse sobre la mesa.
    
    Jadwiga se puso en posición y notó como el sargento dejaba caer un chorro de gel sobre su coxis. Notó el tacto del látex sobre su esfínter y como iba extendiendo por este el lubricante. Empezó introduciendo un dedo, pero conforme notó la ausencia de resistencia añadió rápidamente otro, hasta el tercero. Ahí tuvo que ejercer presión durante un momento para ir dilatando. Sin embargo, no tardó mucho en poder introducir la mano completa. Una vez hecho tanteó hasta tener medio antebrazo dentro. Sacó el puño sin haber encontrado nada que no fuese la suciedad habitual en esa zona. Tiró el guante a la papelera y procedió a limpiarla con toallitas humeadas que también desechó en la misma. Después se limpió la mano con nuevas toallitas. Le dijo algo al guardia.
    
    —El sargento —tradujo el guardia nuevamente sin mirarla a ella—, ...
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