1. Don Miguel, mi sirviente personal


    Fecha: 25/07/2024, Categorías: Dominación / BDSM Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... mientras llega el desayuno”.
    
    Desde el cartelito de la estación no había vuelto a ver su cara de pánico, así que asentí con la cabeza y se arrodillo ante mí. Nunca antes, nadie me había quitado los zapatos y masajeado mis pies con tanta delicadeza, en serio, una pasada. Rápidamente, sus nervios se tornaron en satisfacción al ver mi cara de alivio. Al finalizar y sin pedírselo, beso mis pies con devoción mientras me colocaba las zapatillas.
    
    Cuando se incorporó tocaron a la puerta, me dirigí a la terraza con vistas a la que se accedía desde el dormitorio, mientras colocaba las bandejas en una mesita próxima a la entrada y despedía al camarero.
    
    “Tomare el desayuno aquí fuera, hace un día buenísimo, no cree Don Miguel”
    
    Y así fue, está claro que es una persona de nivel y con clase, conocedora del más refinado protocolo. Con una toalla blanca doblada sobre su antebrazo, me sirvió muy educadamente y espero paciente en una esquina a que terminara. Una vez termine, retiro la mesa y le pedí que buscara a las señoras de la limpieza de piso para dejarles la bandeja con los platos sucios, no quería verlos allí.
    
    “Desea algo el Señor” me dijo con la cabeza cabizbaja. “Si, el Señor necesita un traje”. Y así, como un buen chofer me recogió en la puerta del hotel a la vista de todo el mundo y me llevo a unos conocidos almacenes de la capital. Mientras subíamos por las escaleras mecánicas le comenté lo que necesitaba… Traje, camisa, cinturón, zapatos y corbata.
    
    Debía asistirme durante las compras, ir y volver al probador con la ropa hasta dar con la talla adecuada. Me condujo al stand de un conocido diseñador de trajes, al vernos llegar un dependiente del establecimiento se acercó a atendernos. Y como Don Miguel llevaba traje y zapatos, y no precisamente baratos. Se dirigió a el directamente.
    
    Por supuesto que le clave la mirada, esperando una respuesta adecuada a la situación. Y efectivamente, “El señor necesita un traje, yo me ocupare si es tan amable, si necesitara algo le avisare” contesto.
    
    No pude más que girarme y empezar a husmear entre la ropa con una gran satisfacción. No hay reunión que no recordemos entre risas la cara de aquel dependiente, al ver que aquella situación no le cuadraba. Imagino que habrá visto cosas peores.
    
    Por supuesto que vi un traje estupendo, gris marengo casi negro, unas camisas blancas, y nos fuimos a los probadores. Espero pacientemente al otro lado de la cortinilla a que me probara el primer traje, entonces, intencionadamente, estando solo en ropa interior decidí llamarle. Asomo su cabeza discretamente, me hizo un escaneo completo con la mirada y se puso rojo rojo, jaja, “creo que deberías traer una talla más de este traje”.
    
    Cuando regreso abrí la cortina para que me viera con el traje y una de las camisas, que me quedaba impecable. Mientras me miraba en el espejo me recolocaba la chaqueta y quitaba los pliegues con mucho esmero. “Le queda perfecto Señor”. “
    
    “Trae algunas corbatas”, y así fue, me ...
«12...4567»