1. Mía por despecho (Capítulo 3)


    Fecha: 24/07/2024, Categorías: Infidelidad Autor: rom19, Fuente: TodoRelatos

    ... aunque de eso ya no estoy muy segura que fueran dos, todo me es muy confuso a partir de ahí.
    
    -¿Qué más puedes recordar? -Le pregunté.
    
    -No lo sé, creo que me llevaron a un taller o eso me parecía, solo sé que me negaba a bajar del coche y el que conducía me pegó dos guantazos que me hicieron perder el conocimiento ya del todo. A partir de ahí no recuerdo nada de nada y cuando recobré el conocimiento estaba en la cama del hospital con Rocío a mi lado y enseguida llegaste tú.
    
    -Si vieras a esos tipos, supongo que los podría identificar.
    
    -Creo que sí, sobre todo al que estuvo sentado a mi lado, tendría unos treinta y cinco años, pelo muy abundante, peinado hacia atrás y bastante engominado, aunque se veía claramente que era muy rizado en las puntas, mucho más bajo que tú, yo creo que de 1,72 más o menos y tenía el dedo anular agarrotado, formando un ángulo recto.
    
    -¿Te acuerdas del coche? -Volví a preguntarle.
    
    -Sí, porque tú tuviste uno igual hace unos años, solo que éste era rojo y el tuyo era gris. ¿Sabes el que te digo?
    
    Claro que lo sabía, porque el gris era el Toyota Corola que tuve efectivamente hasta hacía tres años.
    
    -Imposible que recuerdes el camino que siguieron o algo del sitio donde te llegaron a agredir esos tipos.
    
    -Raúl debe saber donde me dejó y a partir de ahí cuando me recogieron tomaron hacia la derecha por una carretera con muy poca circulación y muchos árboles. Del sitio es que ni puedo asegurar siquiera que era un taller.
    
    -¿Algún otro detalle que se te venga a la cabeza?
    
    -El que venía a mi lado se llamaba Gabi y el que conducía, Joaquín, bueno el otro le llamaba Juaqui.
    
    -Está bien, de momento es suficiente por hoy, solo que si se te viene a la cabeza algún otro detalle que no me hayas contado, me lo dices inmediatamente.
    
    -¿Pero es que piensas dar con ellos? -Me preguntó muy nerviosa.
    
    -No, tranquila, solo que si me los encuentro algún día, por lo menos que pueda identificarlos como que eran ellos los que te agredieron.
    
    -No vayas a hacer nada Gonzalo, por favor...
    
    -Relájate, mi amor, ¿Qué voy a hacer yo, mujer?
    
    Pero sí que hice, por supuesto que no me iba a quedar quieto ante lo que le hicieron a mi esposa y no solamente los dos capullos últimos, sino también el cabrón de Raúl por dejarla abandonada a media noche en una marquesina de un autobús. No servía para mí la excusa de que Eva le pidiera que la dejase allí.
    
    Mi primera misión era entablar un primer contacto con él, pues era el único que sabía donde la había dejado esa noche y desde ahí averiguar más o menos el recorrido que me había descrito mi mujer, igual tenía suerte y localizaba el vehículo de esos dos desalmados.
    
    Recurrí como siempre a mi amigo Carlos que se lo sabía todo y no sé como lo hizo, pero un rato después me estaba facilitando su número de teléfono y no tardé nada en ponerme en contacto con él.
    
    -¿Sí, quién me llama? -Respondió cuando ya estaba a punto de colgar.
    
    -Hola Raúl, soy Gonzalo. -Y como no daba ...
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