1. Mía por despecho (Capítulo 3)


    Fecha: 24/07/2024, Categorías: Infidelidad Autor: rom19, Fuente: TodoRelatos

    ... primera vez con Raúl nos vinimos aquí a nuestra casa, ya te he dicho que no quiero esconderte nada. Cuando me marcho con Vicente, nos vamos a su apartamento.
    
    Ella daba por terminada sus explicaciones y volvió a abrazarse a mí, no sé si buscando que la perdonase ante todas esas vejaciones que me había hecho, pero yo seguía con lo mismo, osea, que seguramente tardaría más de media hora en comentarle todas mis cuitas, mucho más fuertes que eso de echar un polvo y adiós, porque la verdad es que había semanas que me acostaba hasta con tres mujeres distintas y... estaban las dos hermanas en Roma, el matrimonio inglés, dos más en México, dos chicas bisexuales o medio lesbianas, la madurita en Roma... en fin, que no sé qué cuentas le iba a pedir yo, si debería ser al revés, tendría que pedirle todas las disculpas del mundo por lo que hacía durante mis viajes.
    
    La cuestión es que yo tenía muchas ganas de echar un polvo, que ya me tocaba ¡Joder! Además que mi rabo estaba como un garrote, no sé si por tanto tiempo sin mojar el churro o si también tenía algo de culpa todo lo que ella me había contado. Entonces volvimos a besarnos y mis manos se fueron a sus preciosas tetas, muy accesibles al estar tapadas solo con el fino camisón. Con un pequeño esfuerzo, la coloqué sobre mí para hacerle saber como se encontraba de erecto mi pene y ella primero estuvo retraída, pero luego fue tomando confianza, hasta que entre beso y beso, fue restregando su pubis encima de mi cipote y ya no lo pudimos parar ninguno de los dos.
    
    -Te voy a follar, cielo, te la voy a clavar hasta que te salga el capullo por la garganta, es lo que te mereces por cabrona y por puta. Ven ponte a cuatro que sabes lo mucho que me gusta.
    
    Ella se deshizo del camisón y las braguitas, para terminar colocándose en la postura que le pedí. Yo también me había desprendido de mi bóxer y no tardé en penetrarla en un segundo intento, pues el primero lo tuve que abortar al ver lo poco lubricado que tenía el coño, teniendo que emplear algo de saliva para solucionar el problemilla.
    
    -¿Te gusta mi polla, cielo? -Le pregunté cuando ya le había dado unos buenos pollazos.
    
    -Síííí... sí me gusta... la tuya es la mejor, dame... dameee...
    
    Desde luego que parecía que ahora sí que podía hacer comparaciones, bastantes diría yo con todo lo que se había metido la muy zorra.
    
    -¿Piensas seguir puteándome por ahí? -Le aticé una nalgada para acompañar esa pregunta.
    
    -¡Nooo...! Creo que no, cielo... solo quiero tu polla... aaahhh... sigueee...
    
    -¿Vas a seguir follando con Raúl, so puta?
    
    -¡Nooo...! No sé... estoy a punto, mi amor... más fuerte... aaaggg...
    
    -¿Y al fitness, vas a volver al fitness de Vicente?
    
    -¡Sííí... digo noooo...! Me estás confundiendo y me voy a correr yaaa... uhmmm... sííí... aaaggg...
    
    En esos momentos comenzó a convulsionarse mientras yo le dejaba ir otro par de azotes en sus nalgas, dejándose caer ella sobre el colchón al no poder sostenerse a cuatro patas y yo me fui hacia ...