1. Cosas del embarazo


    Fecha: 24/07/2024, Categorías: Infidelidad Autor: LilithDuran, Fuente: TodoRelatos

    ... —quizá exageraba, pero a Eva le pareció una buena frase.
    
    El ascensor se abrió, mientras la mujer buscaba esa sonrisa cordial que tan bien le salía. Le costó, sobre todo debido al enfado tan prolongado que la produjo Pablo, pero logró darle a su vecino una buena impresión. Además, su madre siempre la dijo que los demás no debían pagar sus enfados y a una madre siempre hay que hacerla casa. “Como tú no me hagas caso, niño…” acabó por decirse a sí misma, estaba segura de que su hijo la escucharía.
    
    —Pues sí. —Eva se apoyó en la pared del ascensor y observó cómo entraban los dos hombres— A ti sí que te toca trabajar, ¿no?
    
    —Eso no para, cielo. —el hombre movió las manos, eran fuertes, seguramente encallecidas por toda una vida trabajando en el taller— Hay que cumplir.
    
    “¡Ojalá mi marido cumpliera!” pensó en decir, pero se mantuvo en silencio para no ofender su virilidad, los trapos sucios se limpian en casa. El ascensor se comenzó a mover, mientras el hombre seguía hablando, ella no escuchó. Puesto que un pequeño chispazo nació en lo más recóndito de su cuerpo, una sensación para nada extraña y que cada vez le sucedía con más insistencia.
    
    Por primera vez en su vida contempló de otra forma a Fran, a ese hombre rudo de pelo en pecho, espalda ancha y… con una cabeza igualita a una bola de billar, que estaba delante de ella. Su vagina solía palpitar con fuerza, sin embargo, en ese instante, fue como si le diera una descarga eléctrica en su interior. Fran no era atractivo, pero ella necesitaba algo, un hombre que la sacara todo lo que tenía dentro y su vecino… sí que era un hombre.
    
    Sintió como se le humedecían los ojos y tuvo que parpadear en dos ocasiones. No podía ser cierto lo que la estaba ocurriendo, jamás se hubiera imaginado desnudar con los ojos a su tan poco atractivo vecino. Pero allí estaba, mientras el ascensor descendía, tratando de escudriñar que tendría bajo el pantalón.
    
    “Es muy majo, siempre lo fue” le sugirió esa parte en su mente que trataba de apoderarse de todo. “¡No, por favor…! ¡Es Fran!” debatió otra voz más sensata mientras no quitaba la vista al hombre.
    
    De pronto, la parte más sexual, más depravada… se hizo patente lanzándola una imagen nítida, ella sobre la cama, siendo domada por un viril Fran que en la proyección de su mente era un ser que rozaba lo mitológico.
    
    Sus dedos fueron a su rostro, apretando con fuerza unos parpados cerrados para poder aclarar una mente desenfrenada. Cada día estaba más cachonda, era un hecho, y así estaría hasta que su marido lo arreglara, mejor dicho, hasta que pariera… Porque Pablo no tenía la intención de solucionar nada.
    
    —¿Te duele la cabeza? —el hombre la sonrió con ese feo bigote que ahora le resultaba de lo más atrayente, igualito a los hombres del cine antiguo. Eva asintió sin quitar los dedos de sus ojos y escuchó el leve sonido del elevador cuando alcanzó su destino— ¿Por el embarazo?
    
    —No. Creo que no. —abrió los ojos viendo de nuevo a su vecino, que volvió a ...
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