1. Cosas del embarazo


    Fecha: 24/07/2024, Categorías: Infidelidad Autor: LilithDuran, Fuente: TodoRelatos

    ... y el chico estaba dispuesto a derramar toda su semilla. Aquello fue un chute de felicidad para la mujer, que no había oído tal piropo desde hacía muchos meses. Se sintió eufórica, a la vez que un hormigueo increíble se le adentraba en lo más hondo de su vagina gracias a las acometidas de su vecino adolescente.
    
    —Espera… —le costó decirlo, pero era lo mejor— Sácala un momento.
    
    El joven torció el rostro, pero hizo caso, agarrando con una mano su mojado pene mientras vaciaba la cueva de Eva. Ella se sintió sola, con un agujero que suplicaba porque lo completasen de nuevo.
    
    —Si ya te vas a correr, hay que hacerlo bien.
    
    De la forma más ágil que pudo, que incluso la sorprendió, Eva consiguió darse la vuelta y colocar su trasero bien elevado, tan cerca de Jon como pudo. El joven lo entendió a la primera y, esperando unos segundos a que el orgasmo que tenía en la punta se diluyera, entró con todo lo que poseía.
    
    —¡JON! —fue un grito de placer que retumbó en las paredes— Espero que no haya vuelto tu madre…
    
    —No lo creo, suele tardar… —sus fuertes manos asieron la cadera de la mujer con ganas y sin ascos, retomando el gran coito.
    
    —Tú tampoco vas a tardar mucho… —podía notar en su interior como el pene engordaba cada vez más… si es que eso era posible.
    
    Dejó caer su rostro entre sus codos, que sostenían el cuerpo junto a las rodillas. Las manos se le enredaron en su propio pelo, cogiendo un poco para retirárselo de la cara y que pudiera respirar a gusto.
    
    La penetración era majestuosa, con un placer que sobrepasaba lo normal y el cual tendría su origen, no en la polla de Jon, si no en lo cachonda y necesitaba que estaba. Echó un vistazo a su espalda, observando de manera nítida, como el joven, con su pecho al aire, la embestía igual que en su imaginación.
    
    —¡Eres un puto toro! —le exclamó mientras este sonreía orgulloso.
    
    Entonces fue que elevó el ritmo, agarrando a la mujer de un hombro y dándola con toda su fuerza mientras sus enormes pelotas golpeaban una y otra vez el clítoris de Eva. Perdió por un momento la vista, poniendo los ojos en blanco y abriendo la boca como si un metro se pudiera adentrar en su interior.
    
    Fue entonces que lo sintió, un chispazo en su espalda que le atravesó entre las nalgas para llegar a un sexo que quemaba. Dio un alarido, uno tremendo que sorprendió al joven, aunque siguió en su empeño de perforarla.
    
    —¡¡OH!! ¡¡OOHH!! —gritó sin miramientos, ni en sus mejores noches se había sentido tan desatada— ¡JON…! ¡JON…! ¡Me corrí…! ¡Me corrí…! —gemía, sollozaba y temblaba al mismo tiempo que sus líquidos empezaban a mamar de su interior.
    
    Tuvo que contenerse para no seguir gritando a la par que el joven decrecía el ritmo. Pidió que la sacara con una mano, no podía soportar tanto placer, estaba demasiado desentrenada y en el interior de su entrepierna, había una hoguera que la chamuscaba.
    
    —¿Bien? —Jon parecía querer una aprobación entre respiraciones rápidas.
    
    —¡Fabuloso!
    
    Todo pasó muy rápido, ...