La casera enviciada (2/4) - Relatos Eróticos

La casera enviciada (2/4)

... lloré... No era sólo el dolor físico, sino también que estaba muy asustada por lo que había hecho y permitido que me hicieran... Mi persona se había fracturado como una muñeca china.

Después de muchos minutos de llorar en el hombro de Anna, ella me llevó al otro lado de la cama, abrió su armario y luego de buscar en varios estantes sacó un chándal.

- “Ponte esto”, me dijo.

Era varias tallas más grande y me quedaba holgado… Agradecida, me lo puse... No llevaba ropa interior, pero eso era de poca importancia porque al menos podía ocultar mi desnudez… Anna también se puso una camiseta y unos pantalones cortos que hicieron poco para ocultar su deseable cuerpo.

Anna cogió mi mano y me condujo como una niña indefensa por el pasillo hasta la puerta de la calle... Afortunadamente, Ewan no estaba visible... Ella me abrió la puerta y puso el dinero del alquiler en mi mano… Me besó suavemente en la mejilla y, cuando salí, murmuró en mi oído:

- “Eres muy dulce''... Estas palabras me hicieron que me sonrojara.

Afortunadamente, la lluvia y los truenos ya habían pasado… Conduje a casa un tanto aturdida y una vez dentro de mi apartamento me dejé caer en la cama, exhausta y sorprendentemente me dormí.

No hace falta decir que no podía hacer frente a lo que había permitido que me pasara… Me molestó mucho y no podía lidiar con eso emocionalmente… Y pronto me convencí de que era un acto de locura temporal, provocado por el estrés de la renta impaga y la tormenta aterradora.

Continuará....