La casera enviciada (2/4) - Relatos Eróticos

La casera enviciada (2/4)

La casera enviciada (2/4)

(Para seguir el hilo del relato, debe leerse el capitulo I)

Capitulo 2.- Castigada por mi inquilino

Tan pronto como llegué a casa, corrí al baño y vomité... Luego me acurruqué en una bola en el piso del baño y comencé a llorar... No sabía por qué estaba llorando, pero lloré como no lo había hecho desde que era una niña pequeña.

Mi mente giraba con emociones que no quería recordar… Mi vida exitosa y cómoda se estaba volcando, y me odiaba por ser débil y permitir que esto sucediera... Tenía que volver a controlar mi vida.

Durante los siguientes dos días seguí llorando cada vez que pensaba en el incidente con Ewan y Anna... La emoción que sentí por el incidente fue desagradable... No iba a volver a ver ningún otro tipo de hechos como los que ví.

Finalmente, después de varios días, comencé a recuperar el orden en mi vida... Bloqueé con éxito a Ewan y Anna fuera de mi mente... Fue para mí, como si no existieran... Me concentré en lo que necesitaba e ignoré por completo todo lo demás.

Me lancé con más vigor a mi negocio inmobiliario, buscando y comprando otras dos propiedades para agregar a mi cartera... Con los precios de la vivienda tan altos como están, casi podría ver que mi patrimonio aumentaba día a día... Nada me hace más feliz que ganar dinero.

Sin embargo, cuando llegó la mitad del mes y el alquiler de 20 Lombard Road venció, admito que me sentí mal... No estaba segura de cómo lo abordaría si el pago estuviera nuevamente atrasado... Solté un gran suspiro de alivio cuando revisé mi cuenta bancaria y descubrí que el dinero lo habían ingresado a tiempo... Me sentí muy contenta ahora que definitivamente había recuperado mi vida.

Pero de nuevo me llegue a consternar cuando, dos semanas más tarde, llegó el fin de mes y el alquiler de 20 Lombard Road no estaba ingresado en mi cuenta.

Podía sentir un nudo en el estómago, y enfadada arrugué el extracto bancario y lo tiré al otro lado de la habitación... Decidí no hacer nada... No me iban a provocar... Y si tuviera que esperar unos días para cobrar el alquiler, esperaría... Estaba segura de que una vez que vieran que no iba a reaccionar, pagarían el alquiler y me dejarían en paz para vivir mi vida como hasta ahora lo había hecho.

Pasaron tres días, cuatro días, cinco días y el alquiler seguía sin pagarse... Para el octavo día estaba furiosa.

‘¿Cómo se atreven esos pequeños pervertidos a tratarme así?, pensé.

Ideé un plan... No les avisaría por adelantado que iba a llegar y aparecería a la hora de la cena cuando estaba seguro de que Anna no estaría ‘un poco atada’.

Esa noche llegué a 20 Lombard Road un poco después de las 21 h... La lluvia caía ruidosamente en el techo de mi Mercedes... Su coche mal cuidado estaba estacionado en el camino de entrada... Me sentía nerviosa... En silencio maldije por no haber pensado en traer un paraguas o un impermeable para la lluvia.

Respirando profundamente para calmar mis nervios, abrí la puerta de ...