1. La casera enviciada (2/4)


    Fecha: 24/07/2024, Categorías: Dominación / BDSM Autor: yanine10, Fuente: TodoRelatos

    ... retiró los dedos de lo profundo de mi canal vaginal... Estaban inconfundiblemente brillantes con mis jugos.
    
    - “¡Estás muy mojada!... Eres una mujer muy húmeda”, dijo Ewan.
    
    No podía entenderlo y lo miré incrédula, pero no había duda de la humedad en sus dedos... Y sabía que, a pesar de la terrible situación en la que me encontraba, estaba indudablemente excitada sexualmente... Eso estaba muy claro.
    
    - “Creo que es mejor que pongas la cabeza de nuevo en la cama y levantes bien tu culo.”
    
    Mi resistencia se rompió y obedecí sin dudar, a pesar de que ni siquiera podía comenzar a comprender lo que se iba a producir esta noche... De momento, estaba a punto de ser azotada.
    
    Y con ese pensamiento en mi cabeza, el primer golpe del látigo me mordió las nalgas, y mi mente explotó con el dolor... No estoy segura de lo que esperaba, pero no pensé que me dolería tanto... Sólo gruñí una y otra vez, y luego recibí el segundo golpe... Me di la vuelta sobre mi costado y luego sobre mi espalda... Mis manos frotaron con fuerza mi culo y lloré como un bebé... Para empeorar las cosas, tanto Ewan como Anna me sonreían.
    
    - “¡No me pegues más, por favor!”, le supliqué a Ewan.
    
    - “Un trato, es un trato”, fue su respuesta fría.
    
    Se inclinó sobre la cama, me dio la vuelta y luego me levantó por las caderas.
    
    - “Vuelve a tu posición”, me dijo.
    
    Obedecí, resignada... Apenas había levantado las nalgas cuando Ewan volvió a golpear... Me dolía como el infierno, pero absorbí el dolor y decidí mantener mi posición... Pero cuando el látigo golpeó por quinta vez, no pude resistir tanto dolor y volví a llorar como un bebé y suplicar piedad... Y seguí suplicándole una y otra vez... No me quedaba orgullo, y diría cualquier cosa para detener la paliza.
    
    - “Levántate”, me ordenó Ewan abruptamente.
    
    Salté de la cama rápidamente... Haría cualquier cosa para evitar el látigo... Me paré frente a él y las lágrimas corrían por mis mejillas... No intenté ocultar mi desnudez ante él... Deseaba desesperadamente frotar mi culo, pero no quería arriesgarme a enojar a Ewan, por eso dejé mis brazos flácidos a mi lado.
    
    - “Teníamos un trato”, me dijo Ewan con desprecio.
    
    - “Lo sé, lo sé... Pero por favor, no puedo soportar más el látigo... Por favor, haré cualquier cosa, pero no el látigo”, supliqué.
    
    - “¿Cualquier cosa?”, preguntó Ewan con su mirada burlona, levantando una ceja.
    
    - “Cualquier cosa”, repetí, tragando saliva, tratando de controlar mis sollozos.
    
    - “¿Es esta otra de tus ofertas que no mantendrás?”, respondió sarcásticamente.
    
    - "Nooooo" respondí, haciendo un mohín como un niño.
    
    - “Muy bien... Te tomo tu palabra... Pero cuando sea hora de hacerlo, será mejor que corras... ¡Entendido!, me gritó Ewan como si fuera un sargento.
    
    - “Sí señor”, lloriqueé patéticamente, todavía sollozando sin control.
    
    Satisfecho, Ewan se volvió y salió bruscamente de la habitación.
    
    Anna me rodeó con un abrazo reconfortante, puse mi cabeza sobre su hombro y ...
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