1. Mi nuera consiguió de mi lo que nadie mas


    Fecha: 22/09/2019, Categorías: Incesto Autor: Juan, Fuente: TodoRelatos

    ... llegar a un matrimonio que le suponía un status al que no podía acceder. Aunque lo hizo en ejercicio de su libertad, y fue tratada con todo el respeto y cariño, debió renunciar a luchar por encontrar el amor a cambio de ser alguien en la vida. Estaba descubriendo en ella la perseverancia, la lucha por un objetivo.
    
    Esa noche, compartiendo una cena preciosa frente a orillas del Mediterráneo, ambos nos desnudamos un poco. Aún siendo consciente de que todo había sido orquestado por ella, me aportaba pasión, ilusión y cariño, sin obviar que su dedicación a la empresa era completa. Y parecía dispuesta a todo por consolidar el futuro de su marido.
    
    —¿Me invitas a una copa? Hace mucho tiempo que Andrés no me saca de marcha.
    
    Fuimos a una boîte cerca del hotel, en la Rambla de Alicante. Dejamos en la mesa del restaurante la profundidad de nuestra conversación. En ese entorno a media luz, ella estaba desatada, divertida, simpática, su pecho, encajado en un vestido entallado sin sujetador, pugnaba por salir de su cárcel al bailar, su melenita se le enredaba, y su alegría tan fresca, tan llena de vida, no me dejó pensar en otra cosa que no fuera reírnos.
    
    Después de acabar la copa, sugirió marcharnos. No estábamos lejos del hotel, fuimos paseando oliendo a sal del mar, y oliendo a ella. Esa noche la luna estaba casi llena, y Julia, competía con ella, brillando con luz propia.
    
    —Ha refrescado —susurró.
    
    Instintivamente, le pasé el brazo por encima de los hombros, y se acurrucó contra mí.
    
    —Me encanta esta sensación de protección.
    
    Al salir del ascensor, perdió la seguridad que transmitió durante toda la noche. Se la veía insegura, temblaba como una adolescente mientras dejaba que mis manos la recorrieran.
    
    —¿Quieres tomar una última copa en mi habitación? —me preguntó en voz baja.
    
    —¿No crees que estamos jugando con fuego Julia? —confesé inseguro.
    
    —Me ha gustado todo lo que he conocido de ti, pero ¡has elevado el morbo! —exclamó.
    
    —Vamos a mi suite, estaremos más cómodos.
    
    Mientras ponía dos copas, de las botellitas del mini bar, no dejaba de darle vueltas a lo que estaba sucediendo. Era la primera vez en mi vida que no marcaba yo el ritmo de en la relación con una mujer. Y no lograba eliminar una cierta sensación de culpabilidad por estar deseando a la mujer de mi hijo.
    
    Cuando me giré para llevarle su copa, ella ya había tomado la decisión por los dos. Estaba en ropa interior, esperándome sonriente. Esperó a que me acercara para abrirme el cinturón. Fue desabrochando uno a uno los botones de mi camisa. Quería grabar ese momento, no podía perderme ni uno solo de los instantes que estaba viviendo. Me desnudó sin prisa, apenas podía contenerme.
    
    —Quería sentirte en igualdad. Ahora lo estamos.
    
    No pude esperar más y la besé con una fuerza irrefrenable como no besaba nunca. Cuando nos separamos para tomar aire, con una mirada repleta de lascivia, me indicó lo que pensaba hacer. Deslizó sus manos por mi boxer, sacó mi polla de su ...
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