1. Mi nuera consiguió de mi lo que nadie mas


    Fecha: 22/09/2019, Categorías: Incesto Autor: Juan, Fuente: TodoRelatos

    ... había doblegado su voluntad, era la cazadora cazada. Me propuse hacerla pasar la noche más intensa que hubiera tenido jamás. Ya no se contenía.
    
    —Joder Angel como me gusta, fóllame —se movía como una muñeca inerte, su cuerpo menudo bailaba debajo del mío. No dejé que se relajara. Decidí que ya era el momento de follármela de verdad. Cuando estaba a punto de correrse, la saqué para dejarla insatisfecha.
    
    —Prométeme que serás mi amante.
    
    —Luego lo hablamos, joder Angel fóllame ...
    
    —¡Prométemelo!
    
    —¡Te lo prometo!
    
    Entonces, cogió mi polla con sus manos, insertándosela, sin dejar de acariciarme los huevos, y todo el perímetro, acelerando un polvo que yo estaba deseando echarle.
    
    —Me vas a matar chantajista. Me rió yo de los veinteañeros.
    
    Su último grito al correrse acabó con mis defensas y me entregué a su autoridad, a la vez que ella se entregaba al tercer orgasmo.
    
    —Tendremos que llevar cuidado —me dijo ya abrazados después de quedarnos tumbados—. Pero no quiero que esto se acabe.
    
    —La situación de viajes de Andrés y tu cargo en el consejo, nos servirán de pantalla.
    
    Se levantó desnuda a por la botella de champán. Su porte caminando desnuda por el salón de mi casa, donde en dos cuartos arriba dormían su marido y mi mujer, su suegra y mi hijo, estimuló mi miembro de nuevo que la recibió en posición de saludo cuando me acercó la copa.
    
    —Joder suegro, no es normal.
    
    —Lo que no es normal es que hayamos pasado tanto tiempo sin darnos cuenta de que nos necesitamos.
    
    Me levanté para brindar con ella de pie. Le retiré la copa de la mano, y la acosté despacio sobre mi mesa de despacho de caoba.
    
    —Voy a firmar sobre tu coño, el acuerdo de amantes.
    
    —Déjame la pluma, para que la cargue.
    
    Me subí sobre la mesa, apoyando las manos sobre la superficie, buscando estabilidad, repelando mis restos de semen, aun calientes en su concha, acelerando la velocidad de mi lengua, que, a modo de las aspas de una batidora, relamía todas sus paredes.
    
    —Firma ya cabrón.
    
    No quiso dejar que acabara de comerme el coño más rico que había probado en mi vida, en su afán de acelerar el momento masajeó mi polla con furia. Los gemidos de Julia tumbada en la mesa en la que tantas veces trabajaba me excitaban,
    
    A mí se me puso cara de Jack Nicholson, viendo a Jessica Lange tumbada en la mesa, me puse de rodillas sobre ella, y a modo de matador de toros empuñé mi espada y con lo dilatada que la había dejado, se la inserté hasta los huevos, como si deslizara sobre un tobogán acuático. Igual que El cartero siempre llama dos veces, el suegro siempre se folla a la nuera dos veces.
    
    Julia, sintiéndola dentro de nuevo, no quiso que se escapara y abrazándome por la cintura, empujaba más hacia sí.
    
    —Joder cabrón, empuja, me estás volviendo loca.
    
    —Voy a poner tu contador de polvos al día.
    
    Como una gata en celo, se contorsionaba sin parar, y su propio movimiento masajeaba mi polla en una paja vaginal, que esta vez no me iba a pillar ...