1. Mi nuera consiguió de mi lo que nadie mas


    Fecha: 22/09/2019, Categorías: Incesto Autor: Juan, Fuente: TodoRelatos

    ... pensado en el tema, no improvisó. Se formaría un Consejo de Administración formado por mi hermano Pedro y su hijo Luis, por Andrés y yo, en el que mantendría el cargo de presidente con voto de calidad para deshacer un empate a dos. Julia sería secretaria del Consejo, con voz, pero sin voto. Me gustaba, quería que participara, la tendría cerca, pero inteligentemente se descartó de ser miembro de pleno derecho.
    
    —Si se unieran los tres contra mí, podrían dirigir la empresa.
    
    —Yo me encargaré de que Andrés no vote jamás en tu contra. Además, tienes que ceder responsabilidades. Luis es buen estratega, acércate a él, tiene buenas ideas, y se sentirá confiado al sentirse más cerca de ti. Nómbralo adjunto a la Presidencia. Andrés necesita acción. Que te sustituya en todos tus viajes, que se pelee, enséñalo a parecerse a ti. Con rango de Director General.
    
    —¿Y mi hermano?
    
    —Pedro te admira. Y si ve a su hijo promocionado se sentirá satisfecho. Y es bueno en la gestión, te lo digo porque trabajo muy cerca de él.
    
    Era increíble cómo funcionaba su cabeza. Si fuera mi hija no podría sentirme más orgulloso, sería la sucesora. Debía fortalecer el vínculo de ella con Andrés, y entre ambos, ser mis sucesores.
    
    No sabía si había calculado que, si manteníamos viajando a Andrés, ella estaría más libre. Y con menos responsabilidades a mi cargo, yo también. El hecho de ser secretaría del Consejo podría ser una pantalla perfecta para que lo acompañara a alguna reunión a Madrid, como secretaria del consejo.
    
    Sin confirmarle nada, nos dirigimos a recoger a Andrés que se extrañó de vernos a los dos y lo tomó como un detalle de cariño. Venía cansado de los últimos días luchando casi solo en Londres. Yo conocía muy bien esa sensación. Tras ponernos al día de haber conseguido liberar la importación pendiente, y de haber establecido un buen vínculo con un director del puerto de Dover, relajamos la conversación y conseguimos reírnos los tres, cosa no habitual entre Andrés y yo. Lo que no consiguiera Julia…
    
    Esa noche Catalina organizó una cena con los cuatro, para poder disfrutar de su hijo, y de su nuera, con la que tenía una confianza de hija.
    
    Julia parecía la anfitriona, levantándose en lugar de Catalina cuando faltaba algo, o dando instrucciones a Carmencita, la señora que llevaba treinta años sirviendo en nuestra casa, pero que ya tenía setenta años.
    
    —Me gusta teneros a todos a mi lado —no pudo evitar de decir Catalina.
    
    —Y yo voy a anunciaros algunos cambios que espero os satisfagan a todos.
    
    Cogidos de sorpresa ante mi anuncio, nadie advirtió en Julia el guiño de complicidad que me hizo, asumiendo que estaría relacionado con lo que habíamos hablado en alicante.
    
    —El buen trabajo de Andrés en Londres, me ha llevado a pensar que ha llegado el momento de dar un paso al lado, y dejar que él, y Luis, asuman un mayor protagonismo.
    
    La cara de Andrés, cuando Julia le dio la mano por encima del mantel, reflejaba una sensación de orgullo. Catalina ...
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