1. Un verano en Cachagua.


    Fecha: 21/07/2024, Categorías: Incesto Autor: Juan Alberto, Fuente: SexoSinTabues30

    ... está yendo en la facultad y yo le cuento de encontrarme acá en Cachagua sin problemas. Simultáneamente siento que giran la manilla de la puerta de mi cuarto y veo a Andrés que entra seguido de Antonio, le hago señas de mantenerse en silencio mientras converso animadamente con mi hijo, pero intento terminar la conversación para ver que desean estos muchachos, solo que Joaquín seguía hablándome. En tanto veo que Antonio se coloca frente a mí y Andrés me viene por detrás y me abraza por la cintura, me besa en el cuello y comienza mordisquear mis lóbulos, le hago señas que se detenga, que estoy hablando con mi hijo, pero en vez de detenerse comienza a levantarme la falda y a acariciar mis muslos, sigo tratando de mantener una conversación lógica con mi retoño, pero me estoy sintiendo nerviosa.
    
    Los chicos saben que no puedo dejar de hablar y lidiar con ellos al mismo tiempo, Andrés ya tiene sus manitos en mi tanga y Antonio se arrodilla entre mis muslos y comienza a besarlos, mi cuerpo reacciona y mi coño se contrae. Los dedos de Andrés habían alcanzado mi húmeda panocha y sentí los escalofríos de mi excitación, jamás había estado con dos hombres a la vez y esto me intrigaba y me atraía. Finalmente, Joaquín colgó del otro lado del teléfono cuando comenzaba a jadear por las caricias de los muchachos, me excitaba la idea de tener sexo con ellos dos al mismo tiempo, son tan jóvenes, son tan lindos, son tan calientes. Mi libido ya se había despertado y mi mente se centraba solo en el obtener el máximo de goce. Ahora mi único pensamiento era tener en mis manos sus jóvenes pijas. Antonio frente a mi me desabrochaba la blusa y Andrés por detrás no dejaba de besarme y estimular mi coño con sus dedos.
    
    Antonio termina de quitarme la blusa y hace deslizar por mis hombros los tirantes de mi sostén, Andrés colabora deshaciendo el gancho de mi sujetador por detrás y mis tetas caen como dos enormes bolas ante los ojos ávidos de los adolescentes, me divierten y excitan sus miradas, Antonio arroja el sostén sobre la cama y comienza a comerse mis rosados pezones mientras su hermano masajea mis blancas y gordas bubis. Cuatro manos en mis pechos se sienten muy bien. Pero no se las puedo hacer tan fácil, Antonio está tironeando de mi tanga para dejarme completamente desnuda, excepto por mis medias negras auto adherentes que me cubren hasta mis muslos. En un fingido plañido de voz intento oponerme:
    
    —¡Ya, chicos! … ¡Ya han visto todo! … ¡Déjenme por favor que puede venir alguien! …
    
    —No temas, tía Luisa … mamá y papá se fueron al Mall …
    
    —Sí, pero no está bien lo que me están haciendo … les suplico, déjenme …
    
    Andrés ya se había desnudado y me presionaba su pija por mi espalda y mis costados, fue entonces el turno de Antonio de quitarse su remera y bajar sus shorts, mi pelvis inconscientemente se echó hacia adelante cuando sus veinte o más centímetros de pene blandieron el aire, provocando contracciones en mi conchita que comenzaba a generar fluidos a tiempo ...
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