Insesto con mi padre demente - Relatos Eróticos

Insesto con mi padre demente

... grandes cantidades en lo que parecía un orgasmo gracias a las hábiles manos de mi padre, al final no lo fué, pero él aprovechó el momento de éxtasis para despojarme de toda la ropa que llevaba puesta, una vez que estuve completamente desnuda, papá se tomó el tiempo para quitarse la ropa también, luego me tomó del cabello enrollando su mano izquierda en el y sujetándome de la cintura con la otra, me hizo ponerme en 4 sobre el sofá, quedé con las manos apoyadas en el respaldo, lo hizo con tal firmeza que me había inmovilizado exponiendo mi panocha completamente humedecida ante él.

Ya sin tanto rodeo, agarró su verga y la fué introduciendo dentro de mí, yo estaba completamente lubricada por lo que mi panocha no opuso la mínima resistencia al paso del miembro masculino de mi padre, es como si lo aceptara gustosamente, y aunque al principio no sentí placer alguno, papá se movió un par de veces dentro de mí y ahí sí sentí bien rico. Un gemido que apenas y se escuchó escapó de entré mis labios, mientras que con mi mano hábilmente cubrí mi boca intentando disimularlo, pero él me tomó de las muñecas evitando que cubriera mi boca, quizás quería escucharme mientras llevábamos a cabo el acto sexual, solo bastó que se moviera un par de veces más y por pura inercia comenzamos a copular, lo hacía con mucho vigor, me había sometido en el sofá.

Después de un rato yo solo gemía del placer que estaba sintiendo mientras que papá se me dejaba caer encima dándome arremetida tras arremetida, me manoseaba los pechos y me empezaba a decir cosas muy cochinas, como; que ahora yo era su culito, que me iba a llenar de leche, que me iba a comer las tetas. Lo decía muy amenazante, como queriendo dominarme, no se porqué, pero en ese momento incluso eso me excitaba.

Estuvimos cogiendo unos 10 minutos más en el sofá, papá se me iba encimando más con cada arremetida y sus jadeos se escuchaban como si ya estuviera a punto de terminar, y pensé "esto va a terminar pronto", sentí miedo porque no hice que se pusiera un condón al menos, pero ya no me lo podía quitar de encima, entonces se dejó caer rendido sobre mí y yo en mi desesperación solo alcancé a gritar;

Yo:

No, no papito por favor no!!!!

Pero de nada valió, ya era demasiado tarde, me había disparado su semen a quemarropa.

Pasaban los minutos y yo seguía en shock psicológico pues, ahora los espermatozoides de mi papá yacían dentro de mí, "¿qué se supone que debería hacer?" me preguntaba.

Una vez que cumplió su objetivo, por fin me soltó, me quedé unos segundos atónita en el sofá. ¿Qué habíamos hecho? Me preguntaba a mí misma con la entrepierna cálida y satisfecha, pero en parte arrepentida. Tomé mis prendas y me fuí a mi habitación, ese día mamá llegó media hora antes, yo no bajé a cenar, no sabía cómo iba a reaccionar mi papá al tenerme frente a él nuevamente, que tal que me intentaba agarraba ahí mismo delante de mi madre después de todo lo que había pasado.

Me dormí como a las 10, al siguiente día ...