Insesto con mi padre demente - Relatos Eróticos

Insesto con mi padre demente

... nerviosismo se apoderaba de mí, escuchaba el sonido provocado por la ropa al frotarse, la tela de su pantalón contra la de mi vestido y mi pantaleta.

En ese punto fue cuando alcance a mirarlo de reojo, él buscaba insistentemente mantener su cuerpo pegado al mío restregandome su paquete, solo estábamos él y yo en casa, y a pesar de lo amenazante de la situación, me traté de convencer a mi misma de que esto no iba a pasar más allá de un faje, luego tras manosearme unos 10 minutos, me dió vuelta para tenerme de frente, se aferró a mi abrazándome con una mano, mientras que la otra la puso bajo una de mis piernas, luego intentó cargarme para ponerme sobre la mesa, caí sentada y al instante papá se fué sobre mí, recostandome y a la vez trataba de meter sus manos bajo mi vestido nuevamente liandonos en tremendo faje, con besos de lengua incluidos y todo, de verdad no sé cómo fue que me deje llevar tanto, papá pensó quizás que ya me tenía, así que desesperadamente intentaba despojarme de mis pantaletas mientras me levantaba las piernas, me quería colocar en la posición del misionero.

Esto ya iba en serio, comencé a patalear y como pude, lo empuje con tal fuerza que papá cayó al piso y tras ello inmediatamente me fuí a mi habitación, me acomodé el vestido durante el camino pues había terminado con la ropa toda desaliñada.

Qué rayos había pasado?!!

La cosa era tensa, yo estaba caliente de eso no había duda, la naturaleza de la situación había provocado en mí una reacción involuntaria, y sabía que de haberme quedado más tiempo, no la libraba, pues era obvio que estábamos a punto de coger ahí mismo en la cocina. Como pude me fuí a trabajar, y al terminar el día nuevamente a la noche, ya estando en casa, cenamos y yo estaba con el temor de que él fuera a decir algo en la mesa, cualquier cosa, no lo sé, algo que hiciera público el hecho de que horas antes el me había recostado abierta de piernas en la misma mesa en la que estábamos cenando, pero parecía como si no hubiera pasado aquel incidente. ¿De verdad no recordaba nada? ¿O acaso fingía que no había sucedido?

Me fuí a dormir, pero por todo lo que había pasado no pude conciliar el sueño, así que luego de un rato comencé a tocarme, y mientras lo hacía, recordaba el incidente con mi padre. Al final no pude ni masturbarme porque en mi mente se desató una lucha moral interna, no negaré que me calentaba recordar el faje que nos habíamos dado, pero saber que era mi papá en automático me bajaba la calentura.

Ahora que lo pienso mejor, yo era consciente de que la cosa estaba yendo hacía una dirección que no debía y lejos de corregirla preferí hacer caso omiso a sabiendas de los riesgos.

Aunque me prometí a mi misma evitarlo, mi calentura pudo más y busqué de todas las formas posibles provocarlo, juro que no se exactamente en qué momento me lo propuse, pero es un hecho que cuando yo regresaba del trabajo aprovechaba que mamá solía llegar dos horas más tarde, entonces subía a mi habitación a ...