Insesto con mi padre demente - Relatos Eróticos

Insesto con mi padre demente

... baje a la cocina a preparar mi desayuno, mamá se había ido temprano como de costumbre y entonces fuí a ver si papá quería un café, él estaba en la sala así que cuando fuí a verlo me tope con una escena, papá estaba sentado en el sofá con los pantalones abajo jalandosela, creo que cualquier hombre en sus cabales al ser descubierto se detendría, pero él, definitivamente no estaba sano, pues sin importarle que yo estuviera cerca continuó como si no estuviese allí, yo solo me quedé ahí parada sin decir nada, es que ¿qué se le podría decir a alguien en esa situación? Y por pura curiosidad dirigí la vista hacia su paquete, y entonces se la vi, parecía bastante grande y gorda, a simple vista le llegaba como a media pierna, mientras que él con su mano se la jalaba como con desprecio quizás porque estaba llegando al clímax y cuando lo hizo, zas! Disparó un chorro bastante considerable que sin exagerar diría que a una distancia de por lo menos un metro, el resto se desparramó sobre él mismo. Hicimos contacto visual un breve instante y antes que dijera algo simplemente me di media vuelta y me fuí de allí.

Seguí mi día con normalidad, al llegar la noche cenamos los tres, papá, mamá y yo, parecía como si en la mañana no hubiese ocurrido nada, así que fuí prudente y más porque de alguna manera no quería tener que confrontarlo, supongo que desde ahí yo ya tenía una actitud de sumisión frente a mi padre, producto de la forma en que me habían educado, no sería capaz de exponer o evidenciar al hombre de la casa de esa manera.

Al siguiente día inicié mi rutina casi con normalidad, se me hacía tarde así que me apresuré a ducharme, luego fuí a preparar el desayuno, y a los pocos minutos apareció papá en la cocina, no pude evitar recordar que lo había visto masturbarse y me volvió a la mente la imagen de su verga mientras él la tenía entre sus manos, también reflexione acerca de que sí yo estando en mis cabales recurría constantemente a la masturbación, él con mayor razón sucumbía ante el deseo de masturbarse, solo que por su enfermedad no le daba importancia al lugar, ni si lo estaban viendo.

Traté de pensar en otra cosa cuando repentinamente sentí sus manos en mi cadera, asumí que era una más de sus travesuras, así que trate de ignorarlo mientras seguía en lo mío, nadie se va a morir por dejarlo tocar un poco, pensé, seguramente no pasaría de un arrimón y luego se iría, pero en vez de eso sentí cuando me metió sus manos bajo el vestido el cual de por sí, era muy corto, eso ya no se trataba de una simple travesura, pero por alguna razón que desconocía en ese momento, le dejé seguir, me levantó el vestido por la parte de atrás y aprovechó para manosearme la cola por encima de la ropa interior durante algunos minutos que se me hicieron eternos.

Cuando mis pantaletas se comenzaron a humedecer debido al constante estímulo, papá me abrazó por la cintura y me jaló hacia él dándome un arrimón, me restregó su paquete en toda la cola mientras un intenso ...