Fetiche de guantes, correazos y humillación - Relatos Eróticos

Fetiche de guantes, correazos y humillación

... Amordazado con unas bragas sucias que desprendían un fuerte sabor. No podía liberarme, ni gritar y a pesar de todo, comencé a sentir una pequeña satisfacción. Me di cuenta que comencé a estar erecto, el pene estaba completamente recto, más que nunca antes. No entendía la situación y el placer que me producía aquello dentro del dolor y humillación. Debería mas tarde volver a indagar en mis pensamientos, ahora no lo entendía.

No podía hacer nada nada más que esperar el regreso de mi tía Elena. Tras varias horas regresó de nuevo Entró en la habitación, cerró la puerta y sacó sus guantes de goma largos del bolsillo de su bata, comenzó a enfundárselos de nuevo. Sentí el mismo temor y a la vez el hedor que desprendían mientras resonaba la goma entrando despacio en sus grandes y carnosos brazos. Tiró del extremo de sus guantes bruscamente y finalmente entraron por completo.

-Tal como de advertí, esto te va a doler y mucho. Vas a llorar como una niña mimada te lo prometo, pero a mí me va a dar igual, puedes ahorrarte las fuerzas porque no voy a liberarte – Levantó su mano en alto blandiendo la goma flexible de goma y azotó con mucha dureza sobre la piel desnuda de mi culo.

- ZAAAAAAASSSSSSSSS , el dolor fue mucho más intenso que con la correa. Ya tenía el culo dolorido de la anterior azotaina y además la goma era mucho más severa, producía mucho más dolor y picazón. Era más fina y el impacto era más sofisticado, el dolor era mucho mas fuerte. La goma quemaba y a la vez picaba mi piel dolorida.

Mi tía Elena levantó de nuevo su guante agarrando duramente la goma gruesa entre sus manos y volvió a descargarla en mi culo sin piedad. El olor a ira se olfateaba en el ambiente, nunca había visto a mi tía tan enfadada, azotaba con dureza sin importarla mi dolor. Me lo había merecido con creces,había tensado demasiado la situación, mi comportamiento estaba destrozando la vida a mi madre y a mi tía.

ZAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAASSSSSSSSSSSSS ZAAAAAAAAAAAAAAAAASSSSSSSSSSSSS ZAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAASSSSSSSS

-Niñato estúpido, hoy vas a aprender lo que es el dolor. El mismo que nos causas tú. – Levantó de nuevo su mano enguantada y continuó azotando una y otra vez mi dolorido trasero ZAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAASSSSSSSSS. Quedé con el culo completamente magullado y herido. Comencé a llorar de nuevo tal como me prometió, el dolor era muy intenso, lloraba desconsoladamente sin poder hacer nada para remediarlo, lloraba en silencio entre su mordaza sucia. Descubrí lo que significaba la palabra impotencia, no poder hacer nada y recibir un dolor muy fuerte una y otra vez. Estar atado y amordazado y notar como la goma azotaba mi culo sin descanso con una dureza impecable.

-Escuchame atentamente lo que te voy a decir. A partir de ahora obedecerás por completo a tu madre y a mí. No quiero protestas, quejas y mucho menos faltas de respeto. Acataras las ordenes que te demos sin rechistar. No las obedeces pues entonces…. Me pongo los guantes, cojo la correa y la goma ...