1. Fetiche de guantes, correazos y humillación


    Fecha: 18/07/2024, Categorías: Fetichismo Autor: sumisso, Fuente: TodoRelatos

    ... y te azotó hasta que obedezcas… atadito y con las bragas en la boca bien callado …. ¿has entendido? . - Me dijo furiosa mientras acercaba su rostro junto al mío al cabecero de la cama donde me encontraba atado .
    
    Escuché atentamente, pero no podía contestar afirmativamente estando amordazado. Observé como mi tía Elena se inclinaba hacia otra y descargaba de nuevo la goma en mi culo con mucha más fuerza, utilizó todas sus fuerzas, tal como me prometió me rompió el culo a correazos. Mis lagrimas no cesaban debido al dolor, pero no se escuchaba sonido alguno de mi boca, se aseguró con su mordaza que no pudiese.
    
    Asentí levemente la cabeza indicando que lo había entendido, mi collar no me permitía moverme, pero me esforcé, no deseaba recibir más correazos. Mi cara hizo un pequeño gesto afirmativo que había entendido sus instrucciones.
    
    -Muy bien, así me gusta…vuelve a desobedecernos y la próxima vez será mucho peor. Ahora te quedarás así hasta que regrese tu madre. Cuando regrese la pedirás perdón y la dirás que a partir de ahora vas a ser muy obediente. No quiero escuchar una sola falta de respeto o la noche será muy larga para ti- Sentenció furiosa con un rostro donde salían llamas de sus ojos. Mi tía se había convertido en una verdadera bruja. Se dio media vuelta y se marchó de la habitación dejándome allí de nuevo encerrado, inmovilizado y amordazado hasta la noche esperando el regreso de mi madre.
    
    Tuve mucho tiempo de pensar en todo lo ocurrido. Seguí sin comprender nada, pero asimilaba que ocurría algo raro dentro de mí. Estaba completamente excitado, el pene erecto, no dejaba de pensar en mi tía y no por terror o miedo sino por un sentimiento de atracción. Me había roto el culo con una correa y una goma muy gruesa donde había sentido mucho dolor, indescriptible y sin embargo pensaba de forma excitada hacia ella. Me atraía su comportamiento y su furia. Algo no encajaba dentro de mí, era demasiado pronto para comprenderlo, traté de aclarar la situación pensando en mi situación.
    
    Quedaba mucho tiempo hasta la noche, podía pensar tranquilo todo lo sucedido. Había una escena que no se marchaba de mi mente, sus guantes usados, sucios y malolientes, el olor que desprendían y su tacto al tocarme. En lugar de aborrecer aquellos guantes los adoraba en mi mente. Quería volver a sentirlos sobre mí, olfatear su olor a suciedad, comprobar con mis ojos como la quedaban muy apretados en sus manos y brazos y se dirigía hacia mi con ellos. Al instante eyaculé sin darme cuenta, maché las sabanas por el fluido de mi pene. Debía de tener precaución cuando me liberase mi tía, no observase mi situación y la mancha de mis fluidos en su sabana. No comprendía mis sensaciones, pero quería seguir experimentándolas, debía enfadar a mi Tía Elena de nuevo, pero no sería hoy ni mañana ni la próxima semana, mi culo estaba completamente magullado y sus amenazas eran ciertas, destrozaría mi culo.
    
    Tras estar varias horas encerrado en la habitación embaucado en mis ...