La historia de Ángel, solo era un muchacho (21)
Fecha: 17/07/2024,
Categorías:
Gays
Autor: Albany, Fuente: CuentoRelatos
... cualquiera, me ha contado Pablo que los hombres de la organización se peleaban por ser los primeros en estar contigo. -lo que decía me estaba sorprendiendo, sabía que Millán y Andrés habían quedado encantados conmigo, se lo habían dicho a Eduardo, pero que hubiera más que lo deseaban me tenía intrigado.
Lo que Álvaro me contaba también me agradaba y elevaba mi auto estima, sentirme deseado por tantos hombres, no podía evitarlo, me encantaba y me daba miedo a la vez. Inspirar ese sentimiento me preocupaba por que alguno me pudiera causar daño al dejarse arrastrar por sus deseos, como había sido con Alejo y su compinche.
Todos los hombres no eran maleantes y la mayoría sabía tener respeto, yo estaba protegido por Álvaro y Pablo, me sentía seguro, como ahora mientras sentía su mano pasar por mi ano acariciándolo.
-¿Sabes una cosa Álvaro?
-Dime gatito.
-Tu y Pablo os parecéis en muchas cosas, no os molesta que otros hombres me deseen, y tampoco que me hayan tenido. -bajó la cabeza para unir sus labios a los míos.
-Mi vida, ¿y qué conseguiríamos enfadándonos? Tu eres increíble, lo mismo que Oriol o más, no podemos evitar que inspiréis el deseo de teneros. Yo te amo como eres y quiero que seas así, terriblemente guapo y deseable, y que estés conmigo como ahora. -pasé la mano por su pecho y la bajé hasta el abdomen y llegué a su pubis, le encontré la verga crecidita y palpitante, descansando sobre el mullido lecho de los pelos.
-Vuelve a hacerse grande, me gusta Álvaro, quiero tu polla, deseo que me la metas y dejes de jugar con mi culo.
-Si vidita, te la voy a dar para que la tengas calentita dentro de ti.
-¡Ayy! Mi Álvaro, dámela ya. -en lugar de hacer lo que le pedía me sujetó las caderas y me puso arrodillado, entendía lo que deseaba hacer y abrí mis piernas empinando el cuelo.
Pegue un grito estridente al sentir el golpe de su lengua en mi ano.
-¡Ayyyyyyyyy! Álvaro mi vida me matas, dame lengua amor, cómete mi culo. -me lo devoraba con mucha intensidad a la vez que me manoseaba la polla y los huevos, yo solo gemía y gemía del gusto que su boca me daba.
Dejó de comerse mi culo y me dio al vuelta colocándome tumbado mirándole.
-Tienes algún pelito alededor del ano. -me quedé sorprendido mirándole y pensando que podría haberle molestado.
-Puedo ir a un salón de belleza para que me depilen si no te gustan. -desde que Ana Marí me llevó por última vez había descuidado el aspecto de mi culo.
-Por mi no lo hagas, me encanta verlos haciendo guardia alrededor de tu ano. -me sonreía con picardía antes de sellar mi boca mordiéndome los labios.
-Sujétate las piernas. -me las puso pegadas al pecho y cogiéndose la polla me golpeaba el ano, como si fuera un látigo de carne que se estrellaba haciendo que mi culo se contrajera abriéndose y cerrándose.
-¡Oh, por favor!, no me vuelvas loco Álvaro métela ya, mi vida, por favor. ¡Dame la verga! -me la metió de una vez toda sin detenerse y haciendo que buscara el aire ...