1. BOTIN DE GUERRA. Parte 15


    Fecha: 15/07/2024, Categorías: Dominación / BDSM Autor: Corsario, Fuente: SexoSinTabues30

    ... nuevo presionando levemente hasta introducirle la punta.
    
    Alice dibujo una sonrisa triunfal en sus labios cuando la descomunal polla del gigante comenzó a endurecerse y algunas gotas, recogidas por ella rápidamente empezaron a aparecer por la punta del grueso glande.
    
    – ¡Doctor, doctor! ¡La terapia comienza a funcionar! ¡El miembro reacciona! ¡El paciente comienza a reaccionar! ¡Le estamos salvando! ¡Hay que continuar con mas ahínco! -comunicó riéndose.
    
    Kovachenko, con los ojos cerrados, comenzó a respirar más profundamente, casi al compás de las acometidas que Sigrid y Alicia hacía sobre su polla. Sigrid movía la piel a todo lo largo del tronco mientras Alice intentaba embutirla totalmente en su boca, tarea simplemente imposible dada su envergadura. Cambiaron las tornas, y esta vez era Sigrid la que intentaba llevarla casi hasta la garganta mientras Alice masajeaba los huevos y movía rítmicamente la mano a lo largo del cada vez más endurecido miembro.
    
    – ¡Que Sigrid se coloque en la posición adecuada para comenzar la resurreción del difunto! -rió Connors.
    
    Alice cogió delicadamente a Sigrid, que lanzó una mirada lastimera a su señor, y la colocó de nuevo apoyada en el asiento del sofá, con el culo en alto y las piernas abiertas al máximo. Tomando la polla de Kovachenko, la pasó repetidas veces a lo largo de la enrojecida entrada de la vulva de Sigrid, aún húmeda de las anteriores folladas y lamidas. Le separó los labios delicadamente y colocó el inmenso glande en la entrada.
    
    – Empuja tú hacia atrás, cariño, luego que lo haga él -le indicó a Sigrid.
    
    Sigrid empujó con su trasero hacia atrás, introduciendo muy levemente la polla del ruso en su interior, con una mueca de dolor, pues las dimensiones del aparato de Kovachenko eran muy superiores a la de Abramovitch.
    
    El comandante ruso le susurró algo en su idioma a su subordinado, que, saliendo de su posición estática, aferró con sus manazas las suaves caderas de Sigrid y empujó violentamente hacia el interior de ésta, arrancándole un grito de dolor. El ruso abandonó su indiferencia y retiró la polla del interior de la alemana por unos instantes, para luego volver a arremeter contra ella violentamente, introduciendo varios centímetros y dilatando totalmente la abertura del coño de Sigrid.
    
    Los hombres estallaron en vítores:
    
    – ¡Así, así, Katiusha! ¡Clávasela del todo! ¡Hazla gritar! -animaba un eufórico Ralston.
    
    – ¡Folla a la puta nazi, tovarich! ¡Húndele la polla soviética hasta el fondo!! -gritaba Abramovitch mientras a Sigrid comenzaban a saltársele las lágrimas de dolor.
    
    Alice notaba como la polla del ruso comenzaba a alcanzar magnitudes descomunales. Aprovechaba las retiradas momentáneas del ruso para babearle el tronco de la polla y masajearle los imponentes huevos mientras Habiba seguía en su tarea de acariciarle con los dedos la entrada del ano, lamiéndolo y acariciando los musculosos muslos y nalgas.
    
    Sigrid mantenía la cabeza apoyada en el asiento del sofá, ...
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