1. Disciplina doméstica, mi suegra y mi mujer. cap 4


    Fecha: 29/03/2019, Categorías: Dominación / BDSM Autor: sumisso, Fuente: TodoRelatos

    Tras las tres primeras partes de este relato consulté si gustaba y recibí una buena aceptación por el relato, incluso algunos me dijeron que el mejor que había escrito. He decidido escribir los dos últimos capítulos donde seguro que no defraudaran, con un giro radical al final. Es necesario haber leído los tres primeros capítulos sino no os enterareis.
    
    Transcurrieron los diez largos días que pasé en casa a solas con el “ogro “de mi suegra, aunque formalmente todos la conocemos como la Señora Claudia. Ella tenía razón, aprendería a respetar, obedecer, realizar mis tareas eficientemente y no rechistar ante ninguna orden de las señoras. Hay un refrán que dice “la letra con sangre entra “, un refrán muy sabio ya que la soberana póliza que recibí de mi suegra me hizo recapacitar por completo. Tras aquel día a solas con mi suegra en el garaje, mi comportamiento fue excelente. Incluso mi suegra quedó sorprendida, noto un cambio radical en mí. La obedecí sin rechistar, hice todas las tareas y no la falté al respeto en ningún momento.
    
    No fue un camino sencillo, los restantes días tras nuestro encuentro en el garaje tuve que esmerarme a fondo. Acababa el día completamente agotado. Tenía un sinfín de tareas que realizar y por supuesto complacer a mi suegra de todos sus antojos. No fue necesario volver a castigarme tan duramente, recibíes pequeños castigos, pero nada semejante a nuestro primer día. Tras regresar directo a casa tras un día de trabajo en el buffet de abogados, me vestía con mi traje de criada, cofia, medias negras, tacones de vértigo… La señora Claudia me daba sus instrucciones y yo la obedecía sin rechistar. Mientras realizaba las tareas aparecía mi suegra para observarme, me levantaba la falda y contemplaba su obra de arte, es decir mi culo completamente magullado tras nuestro encuentro en el garaje. Sonreía y disfrutaba observando mi culo magullado, podía sentir la excitación que producía a la señora Claudia observar como me había dejado el culo completamente apaleado tras nuestro encuentro en el garaje. Todos los días y en varias ocasiones me levantaba la falda y observaba su gran obra maestra.
    
    Mi trasero tardó varias semanas en sanar por completo, los primeros días estuvo morado lleno de ronchones, sabañones y repleto de puntos pequeños por los granulados de su correa. No quedaba un hueco en la piel de mi culo sin los pequeños puntitos marcados. Unos días mas tarde se torno rojo el culo con las marcas de los puntitos y poco a poco fue desapareciendo por completo cualquier marca. Soy un hombre bastante estúpido, pero soy una personaba muy observadora que sabe interpretar los hechos, de ahí mi éxito en los negocios. Supe interpretar como mi suegra sentía una especial atracción por los azotes, correazos, spanking… todo aquello que significase azotar. Disfrutaba cada segundo azotando sin piedad a quien tuviese la oportunidad, y en este caso, tenían un verdadero pelele a su antojo para disfrutar. La señora Claudia, mi suegra, cuando ...
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