1. Las aventuras de Bárbara: Follándose a la vecina


    Fecha: 01/07/2024, Categorías: No Consentido Autor: Barbara, Fuente: TodoRelatos

    ... he sabido reponerme y salir adelante. Por mi trabajo, algunos chicos e incluso hombres mayores se me han insinuado queriendo pasar un rato conmigo, después de todas esas experiencias, mi cuerpo se ha desarrollado para bien, y al hacer ejercicio en lo que más se fijan en mí son mis piernas.
    
    Después de un buen rato dentro de la bañera, salí de ella y comencé a secarme con la toalla. Me puse mi bata de baño y comencé a lavarme la boca para dormir bien a gusto.
    
    De pronto escuche un fuerte golpe proveniente de la puerta de mi casa y en un instante, las luces se apagaron. Todo eso me tomó por sorpresa, pero después pensé que quizás un transformador de la luz exploto y por eso se fue la luz. No le tome mucha importancia, me enjuague la boca y salí del baño. Cuando salí al pasillo, se veían las luces de la calle prendidas y cuando empecé a sospechar, sentí que alguien me observaba desde la oscuridad, cuando estaba apunto de meterme a mi cuarto sentí que algo me rodeo la cintura y de pronto me pusieron algo en la cara. Inmediatamente me sentí muy débil y la vista se me oscureció.
    
    Cuando abrí los ojos, me dolía la cabeza, como si tuviera una resaca de fin de semana. Todo estaba oscuro aun, solo un poco de luz de la calle entraba por las cortinas de la ventana. Poco a poco me fui recuperando, estaba acostada en lo que parecía mi cama, pero no recordaba como había llegado a ella. Tenía mis brazos echados para atrás y cuando quise acomodarlos me di cuenta que estaba amarrada al respaldo de la cama. La desesperación comenzó a apoderarse de mí cuando de pronto escuche que algo se movía en la oscuridad de mí habitacion.
    
    –Por fin despiertas bombón. Empezaba a creer que quizás me había excedido.
    
    –¿Quien anda ahí? ¿Que esta pasando?
    
    –Oh no te preocupes nena. Pronto sabrás que está pasando.
    
    De pronto escuche rechinar una silla y pude notar que una sombra oscura se acercaba hacia mi.
    
    –No te acerques. Aléjate de mí. Auxiliooooo… –comencé a gritar.
    
    –jajajajajaja no te molestes en gritar, ya es muy noche y nadie te va a escuchar preciosa. Bueno, nadie además de mí.
    
    Se puso a un lado de mí y de inmediato sentí como su mano entraba y se deslizaba por la abertura de mi bata. Comenzó a tocar uno de mis pechos y a masajearlos lentamente.
    
    –OHH… no llevas ropa interior… –me dijo, pero no le contesté. Apenas había salido del baño y no tuve tiempo para ponérmela.
    
    De pronto dejó de manosear mi pecho para comenzar a frotar mis pezones con la yema de sus dedos. Sentí un leve escalofrió, como el que sentí en la bañera, y comencé a temblar un poco.
    
    Después de estimularme un rato y ponerme duritos los pezones, comenzó a apretarme uno de mis senos. Cuando lo hizo sentí un ligero espasmo en todo mi pecho, como si algún musculo se me contrajera repentinamente.
    
    –NNH… AHH… deje salir unos leves sonidos de mi boca. Estaba sudando y no sabía porque.
    
    Al parecer notó mis ligeros espasmos y temblores, porque comenzó a frotar mis pezones haciendo ...
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