Las aventuras de Bárbara: Follándose a la vecina - Relatos Eróticos

Las aventuras de Bárbara: Follándose a la vecina

... abdominales.

–Espero que los vecinos de abajo no se despierten por andar haciendo ejercicio a estas horas de la noche –pensé. Al terminar la serie, me quedé recostada en el tapete esperando que se me quitara un poco el calor por el ejercicio, tomé mi celular y me puse a revisar mis redes sociales por mientras.

Tenia varias notificaciones en mi Ig, algunos “likes” en mis fotos y un poco mas conversaciones de mis seguidores lo cual me gustaba ya que nunca he sido “influencer” pero es padre que la gente te admire por lo que eres. De pronto me pareció buena idea tomarme una foto y compartirlas en mi “story” así que me tomé unas cuantas fotos así recostada.

Mientras observaba cual de todas las fotos me gustaba para publicar pude ver que se me notaba la cicatriz de mi ceja, recordé la vez en que me la hice jugando en el parque cuando era pequeña y la regañada que mi tía me dio por los mismo. También noté como mis pechos resaltaban un poco por el top azul que tenía puesto. No soy de pecho muy grande pero aun así se me veían muy bien. Cuando estaba apunto de publicarla me entró un poco de miedo por el tipo de foto, pero después pensé –es muy noche no creo que nadie la vea y la publiqué.

Me puse de pie y comencé a tomarme mi té. Mientras lo bebía seguía viendo mis redes sociales en el celular y mi foto ya tenia algunos “likes” y comentarios. Algunos de ellos alababan mi físico, otros me animaban a seguir entrenando y unos cuantos me decían lo sexy que me veía. Ciertamente estos últimos me gustaron y se me ocurrió publicar una foto más, así que con el móvil en la mano comencé a sacarme mas fotos hasta encontrar una que me gustara.

Al final terminé publicando una donde se me podía ver con los ojos cerrados, de pie tomando mi té, mis pechos, mi abdomen descubierto y una parte de mí tanguita azul. Terminé de un trago el resto de mi té y me fui a bañar.

Tomé mi bata y antes de quitarme mí ropa interior me tomé una última foto frente al espejo, solo que esta decidí no subirla.

Al abrir la llave de la regadera, el chorro de agua era frio y salía con presión. Me quité mi ropa interior y me metí de una debajo del chorro de agua.

El agua estaba exquisita, dejé que el agua me mojara toda y que mi pelo se remojara por completo. Me quedé unos momentos disfrutando del chorro de agua y después comencé a enjabonarme los brazos, mis pechitos, mi pancita, mi sexo, mi cabello, en fin, todo mí cuerpo.

Abrí de nuevo la llave del agua y esta comenzó a tumbar todo el jabón de mi cuerpo. De repente unos chorros de agua golpearon exactamente en mis pezones e instantáneamente sentí un escalofrió en todo mi cuerpo. Rápidamente me quite del chorro de agua y puse mis manos en mis pechos, pude sentir como mis pezones se ponían duritos inmediatamente.

Me quedé quieta un momento en la bañera y a mi mente regresaron algunos recuerdos de cuando he tenido sexo. Algunas de ellas consentidas y otras no consentidas. Obviamente estas últimas han pesado en mí, pero ...