Difícil de asimilar, mi iniciación (3)
Fecha: 27/06/2024,
Categorías:
Dominación / BDSM
Autor: gabatxo, Fuente: TodoRelatos
... nuevo entre ellos dos.
Ahora putita, ya sabes, vuelve a echar el semen en tu plato - ordenó mi amo
(otro rayo) - pensé
y empecé a dejar caer el semen en mi plato, dirigiendolo con mis manos para que no cayese fuera, no quería decepcionar a mi amo, hasta que quedo mi boca vacía y el semen de las tres pollas que tenía sentadas a mi alrededor, en aquel plato.
Después de hacer esto, me limpié los restos de semen que tenía entre los dedos, chupándolos, y mirando fijamente a los tres.
Cuando acabé, dije en voz alta:
Está bien así, amo?
jajajajajajajaja - rieron y jalearon los 3 a la vez
¡Menuda puta!
Esto hay que repetirlo!
Entonces mi amo les interrumpió y dijo:
Espero que este regalo os sirva como agradecimiento por la confianza que habéis depositado en mi empresa y como aval de que la semana que viene lo tendré todo en regla.
Entonces el señor más mayor dijo:
Hemos quedado satisfechos pero nos gustaría ver algo más antes de irnos, ¿sería posible? - dijo mientras me miraba de forma lasciva
El señor Vicente aún tenía preparado algo para mi de fin de fiesta:
¡Claro! ahora veréis - dijo
Y empezó a pulsar el vibrador de nuevo casi hasta la máxima potencia.
Sus embestidas me dejaban KO y empecé a emitir pequeños gemidos
Tocadle el coño y las tetas, ¡no os corteis! - dijo mi amo
Dicho y hecho, en un abrir y cerrar de ojos tenía 4 manos manoseando mi cuerpo mientras un vibrador perforaba mi coño casi hasta la extenuación.
Poco a poco una mano se dirigió a tocar mi coñito rasurado y otras dos hacían lo propio con mis tetas.
Pellizcaban mis pezones y las tocaban por encima del vestido, aunque poco a poco se atrevían más y me las sacaron del sujetador.
De repente noté como el señor Vicente se puso a mi espalda y me echó la silla un poco atrás, me cogió las piernas e hizo que las abriera, arremangando el vestido hasta la cintura.
Ahí estaba yo, con el coño al aire, manoseado por dos viejos y un vibrador al máximo dentro de él.
No iba a tardar en correrme y mi boca empezaba a jadear y gemir con fuerza.
Una de las manos se puso en ella para que gritara menos y me metió dos dedos en la boca.
Los chupé, como si fuese una polla, mientras el señor obeso acariciaba mi clitoris y el señor canoso y delgado me destrozaba los pezones y las tetas.
Entonces me vino un nuevo orgasmo, esta vez tan intenso como el anterior, que me hizo convulsionar y arquear la espalda, fue tal la embestida, que caí en los brazos del señor Vicente, que como si fuese una muñeca apago el vibrador y me empezó a acariciar la cara.
Yo seguía con los ojos cerrados, tratando de recuperarme del orgasmo que acababa de tener y de repente unos pasos acercándose a nuestro reservado me hicieron volver a la realidad, me puse bien el vestido y me senté correctamente.
Era el camarero que nos dijo:
¿Necesitáis alguna cosa más? - preguntó
¿Puedo retirar ya los platos? - añadió
Si, retíralo todo - dijo el señor ...