Difícil de asimilar, mi iniciación (3) - Relatos Eróticos

Difícil de asimilar, mi iniciación (3)

... había sido un sueño, era todo real, y se estaba convirtiendo en mi peor pesadilla…

¿Qué podía hacer? denunciar y que Victor se enterara? Es lo primero en lo que pensé pero lo descarté rápido porque sabía que me dejaría…y yo no quería perderlo, le quería con locura.

Ir y aceptar sus condiciones era caer en su trampa y es lo que no quería, no quería volver a caer, no quería volverme a sentir humillada ni a perder el control. Quería tener lejos a ese viejo asqueroso.

Era un chantaje en toda regla y tenía que pensar algo para evitarlo, estuve dándole vueltas toda la semana, en que hacer y en cómo hacerlo para tratar de librarme de él.

Finalmente pensé en algo, no tenía ningún modo de contactar con el señor Vicente así que tendría que ir, quería convencerle, enmedio de la cena, en un lugar público, de que me dejara en paz, a cambio le daría una suma importante de dinero, todos mis ahorros, de toda una vida, que guardaba para la entrada de un piso, pero me daba igual, con tal de que me dejara en paz.

Llegó el día, el miércoles… acabé del instituto, fui al gym a relajarme un poco y le dije a Victor que tenía una cena con los profesores para tratar algunas cosas de trabajo (algunas veces lo habíamos hecho asi que no levantaria sospechas)

Me puse un vestido, elegante pero bastante informal y el colgante, el maldito colgante…

Me miré al espejo, la verdad es que me veía guapa, el vestido me quedaba genial, marcaba mis curvas pero sin enseñar demasiado, era sugerente, y tenía un leve escote, lo suficiente como para resaltar el colgante, me vi a mi misma sexy, y por un momento me puse hasta nerviosa, como si fuese a una cita, aunque los nervios realmente eran para que me dejara en paz.

Porque mis instintos puede que disfrutasen de alguna parte de todo aquello pero no dejaba que entraran en mi cabeza, necesitaba que la cordura fuese lo más presente en esta historia, no podía que ese asqueroso viejo me dominase, no, no y cien veces no (me repetí a mi misma).

Llegó la hora y salí de la habitación…

¡Guau! - dijo Victor al verme salir de la habitación.

¡Me vas a poner celoso con ese vestido, a ver si tengo que ir a esas reuniones! Menos mal que sois todo mujeres y no hay peligro! o me tengo que preocupar?

dijo Victor dándome un beso y una palmada en la nalga.

No seas bobo - le dije

Ya sabes que no hay peligro en esa cena, te aburrirías como una ostra - continué.

Hizo una mueca como dándome la razón, la verdad es que él conocía a mis compañeras; eran bastante aburridas y mayores, así que no tenía de qué preocuparse.

Lo que pasa es que iba a quedar con el señor Vicente y me atormentaba mentirle a Victor, nunca lo había hecho y ahora intentaba mostrar la mejor de mis sonrisas para que no sospechara nada…me sentía morir.

Absorta en todos estos pensamientos me dispuse a salir de casa no sin antes darle un beso a Victor.

Hasta luego amor - me dijo

(Pobre…) - pensé yo

Cogí un taxi y me dirigí al punto de ...