Difícil de asimilar, mi iniciación (3) - Relatos Eróticos

Difícil de asimilar, mi iniciación (3)

... encuentro, al restaurante La Paloma del centro.

Entré por la puerta y me atendió un camarero:

¿Tiene usted reserva? - me dijo

Creo que si, a nombre de Vicente, creo que para 2.

El chico se dispuso a mirar, parecía que no lo encontraba, finalmente me dijo:

No tengo nada de ningún Vicente para 2, pero si que tengo un reservado para 4 personas al fondo a la derecha.

Gracias, puede que sea ese - respondí extrañada.

Caminé hasta el fondo del restaurante, y detrás de un biombo estaba la mesa, era para 4 personas pero solo estaba Vicente, lo cual me alivió porque quería hablar con él en privado.

Vaya vaya, si es la putita Sara - me dijo en voz alta

Por favor, no se dirija a mí en esos términos y menos en público, se lo pido por favor - le contesté.

No estás en disposición de negociar nada - me replicó

De eso quería hablar señor Vicente…

Y le conté y supliqué que dejara de coaccionarme, que le daría dinero, todo el que tenía y que yo quería mucho a Victor y no quería que se enterase, lloré incluso un poquito mientras se lo explicaba.

Una vez acabado mi discurso el señor Vicente me dijo:

Vamos a ver puta, haremos una cosa.

Por favor no me llame así - le repliqué.

¡Te llamo por lo que eres! - me medio gritó

Yo me quedé muda, lo que menos me apetecía era montar un espectáculo en el restaurante.

Acto seguido el señor Vicente siguió:

Voy a hacerte una contraoferta. Vas a ser mi acompañante y mi puta durante los próximos 7 días, después de eso serás libre y no le enseñaré nada a tu novio.

Me quedé pensativa, 7 días? cómo podría justificar ser suya 7 días, que le iba a decir a Victor para que no se enterase? ¿Podría aguantar 7 días?

Cientos de preguntas inundaban mi cabeza y no sabia que responder. Una vez más la voz de Vicente me devolvió a la realidad…

No tienes que cambiar tus hábitos ni nada, te daré instrucciones estos días para que hagas lo que te ordeno sin que varie demasiado tu rutina y Victor no se entere de nada.

Uf, pensé, menos mal… aunque no acababa de ver nada clara aquella propuesta.

Tienes que decidir, aceptas o te vas?

Me quedé dubitativa, por lo menos eran 7 días, una semana pasa rápido e iba a estar trabajando la mayor parte de ellos, quizás no fuese para tanto, pensé.

Estoy esperando… -dijo el señor Vicente

A..a..acepto - atiné a decir con voz temblorosa…

Espléndido putita, porque a partir de ahora ese será tu nombre durante los próximos 7 días, y tu vas a llamarme amo. Todas las instrucciones te las mandaré al teléfono, si no me contestas o no atiendes a las peticiones que te haga habrás incumplido tu parte del acuerdo.

Dicho esto aún estás a tiempo de dar media vuelta e irte. ¿Qué vas a hacer, te vas o te sientas a mi lado? - me dijo con una sonrisa de oreja a oreja…

Me quedé de pie, a su lado, pensativa sin saber qué hacer, con la mirada baja, confundida…

Poco a poco me di cuenta que mi subconsciente se movía como una autómata y se sentó al lado ...