Y Al Final Del Camino Me Esperaba Mi Suegra. - Relatos Eróticos

Y Al Final Del Camino Me Esperaba Mi Suegra.

... sentir el picor del siguiente.

-¿Si te hubiera enseñado mi hija antes, no me vería yo ahora obligada a esto?

La zapatilla seguía cayendo sobre el desprotegido y colorado culo de David, que observaba desde su posición la otra zapatilla de su suegra, y las piernas de esta enfundadas en sus medias de color carne. La llegaban hasta casi las rodillas, desde ahí hacia arriba David podía ver las piernas de su suegra sin ellas. Pensó en lo que habría un poco más arriba, su erección crecía por momentos, hasta casi creer que la polla le iba a explotar. La zapatilla caía cada vez con más fuerza, y con más rapidez.

-Primero me la lías, zas, zas, zas, y encima te me pones cachondo, zas, zas, zas. ¡Degenerado!, zas, zas, zas. ¡Desgraciado!, zas, zas, zas.

-Ahhhhh, ahhhhh, duele, ahhhhh, ahhhhh, muchoooooo

La paliza duro una eternidad, o eso le pareció a David. Teresa sabía perfectamente cuantos zapatillazos le había dado, exactamente cien. Los había contado, y con gusto le habría dado otros cien, pero la erección de aquel mozalbete de treinta y tres años empezaba a perder fuelle, y ella no quería eso.

-¡Levanta! – le ordeno.

David lo hizo llevándose las manos al trasero. Lo sintió caliente, lo tenía dolorido a mas no rabiar, e incluso diría que inflamado. Al hacerlo dejo su herramienta nuevamente a la altura de la cara de su suegra, que sin estar como antes aun lucia en buen estado. Teresa tiro la zapatilla al suelo y se la calzo como siempre, luego se metió la polla de su yerno en la boca sin pedirle permiso, al mismo tiempo que su mano derecha comenzaba a jugar con los huevos de este. David lo vio desde la altura, pero sin dejar de frotarse las nalgas con ganas, la dejo hacer, por su pensamiento solo paso una frase,“te voy a reventar a pollazos hija de puta”.

Teresa engullo aquella polla hasta hacerla desaparecer por completo en su boca, luego se la saco para besar el capullo, y jugar con su glande. Su mano derecha le oprimía los huevos como incitándolos a escupirla con su leche en la cara. Nuevamente la engullo, una, dos, tres, cuatro veces. Era la mejor mamada de su vida. David comenzó a jadear, sus miradas nuevamente se cruzaron. Su suegra le estaba mamando la polla, taladrándole de nuevo con la mirada. Estaba a punto de correrse en su boca cuando Teresa se la saco de la boca para decirle.

-¿No prefieres correrte metiéndola en un sitio más calentito?

Teresa se levanto de la silla y la puso perpendicular a su yerno. Luego se inclino hacia adelante sin dejar de mirarle por encima de su hombro. Se levanto la falda hasta coger el elástico de sus bragas y quitárselas delante de él. La polla de David palpitaba, su capullo parecía que fuera a estallar de un momento a otro. Teresa dejo caer sus bragas de color negro al suelo, y comenzó a levantarse la falda hasta que dejo su majestuoso culo al aire. Era increíble, parecía que estuviera llamando a David para que se agarrase a sus caderas y comenzara a penetrarlo.

-¡Ven, acércate! ...