Y Al Final Del Camino Me Esperaba Mi Suegra. - Relatos Eróticos

Y Al Final Del Camino Me Esperaba Mi Suegra.

Teresa estuvo casada durante veinte años con el amor de su vida, pero la vida de su amado se vio truncada un día en un terrorífico accidente de coche. Desde ese momento se tuvo que buscar la vida para sacar adelante a sus dos retoños. Un hijo y una hija con tan solo dos años de diferencia. Durante mucho tiempo albergo la posibilidad de volver a amar a alguien, a un hombre bueno y honesto, pero el tiempo y las malas experiencias fueron poco a poco dinamitando ese deseo, esa esperanza.

Los años fueron pasando y los hijos creciendo. El mayor de ellos emprendió su camino solo y la hija pronto se hecho novio, y con tan solo veinte años se caso con David, un jovencito con muy buenas intenciones. Pero a los ojos de Teresa este nunca consiguió la aprobación para poder compartir la vida con su hija, siempre pensó que era poca cosa para ella, llegando en innumerables ocasiones a inmiscuirse donde no la llamaban para intentar desestabilizar a la pareja, que estos discutieran y finalmente se divorciaran. Nunca lo consiguió pero tal era su deseo.

Una desafortunada tarde de otoño la pequeña de la saga sufrió un accidente de coche, y al igual que su padre falleció en el, por lo que David se quedo viudo, y sin descendencia. Quizás lo único bueno con el paso del tiempo fuese que por fin también se deshizo de su suegra Teresa, o al menos eso pensaba.

Pasados cinco años desde aquel fatídico día el timbre de la casa de David sonó, despertándole de una placentera siesta. Cuando abrió la puerta y vio a la que fuera su angustiosa suegra no pudo más que sorprenderse.

-¡Teresa! Cuanto tiempo ha pasado, no esperaba volver a verte después de tanto tiempo. – dijo David con cara de sorpresa haciendo una invitación con el brazo para que su suegra pasase.

-Yo tampoco pensé que nos veríamos David, y mucho menos que fuese yo quien viniese a tu casa a verte. – respondió Teresa con voz sumisa y dócil. ¿Aquella era el constante dolor de muelas de su suegra?, no parecía ella.

Tras conducirla hasta el salón y ofrecerla algo de tomar, David se sentó con ella tras haberla preparado un café caliente, y ofrecerla unas pastas. Sentados ambos en el sofá parecía que ninguno quisiera empezar la conversación.

-Bueno Teresa, tú dirás a que se debe esta visita inesperada. – comenzó diciendo el yerno.

-Lo he perdido todo David. Los ahorros, la casa, no tengo ni donde caerme muerta. – contesto Teresa tras unos minutos de titubeo sin saber cómo empezar a relatar su calvario particular.

-No entiendo. ¿Cómo que lo has perdido todo? – argullo David sin llegar a creerse lo que estaba oyendo de labios de su antigua suegra.

-Ricardo, mi hijo. Supongo que te acordaras de él. – David asintió con la cabeza, su cuñado era otro grano en su culo desde que comenzara su relación con María, como se llamaba su querida y amada esposa. Teresa siguió tras dar un sorbo al café, sin soltar la taza de las manos que temblaban sin poder evitarlo. – Me pidió dinero para un negocio, y muy ...