Y Al Final Del Camino Me Esperaba Mi Suegra. - Relatos Eróticos

Y Al Final Del Camino Me Esperaba Mi Suegra.

... mirada.

-¡Sobre mi regazo, ya!

David no pensó, como hipnotizado por la mirada de aquella mujer, se situó a su derecha y se dejo caer sobre el regazo de su suegra. Era como no poder detener lo irremediable. Teresa pudo sentir en sus piernas la tremenda erección que su yerno tenia, sonrió para sus adentros. No lo había buscado, pero a ella también le apetecía dar un paso más hacia adelante en aquella extraña relación. Con la mano izquierda le sujeto por la cadera, y con la derecha comenzó a azotarle sobre aquellos finos y elásticos pantalones de deporte. Los azotes eran contundentes pero espaciados, uno en cada nalga, y entre ellos un reproche.

-Zas, zas, creo que lo estabas buscando, zas, zas, desde hacia tiempo, zas, zas y ya lo has encontrado.

-Au, auuuu….. – se quejaba David, que no podía creerse que sobre el pantalón y con la mano aquellos azotes pudieran picar ya tanto.

-Zas, zas, desagradecido, zas, zas, todo el día, zas, zas, cocinando, zas, zas, fregando, zas, zas, planchando, zas, zas, barriendo, zas, zas para ti, zas, zas.

Teresa paro y con un ligero movimiento de su rodilla le indico que se levantara. David lo hizo quedándose inmóvil a su lado, algo le decía que aquello no terminaría ahí.

-¿Acaso crees que por tenerme de acogida en tu casa voy a ser tu sirvienta para todo? – le pregunto Teresa mirándole nuevamente a los ojos sentada sobre la silla, y con las manos en jarra sobre sus caderas.

-No, por supuesto que no. Lo siento, me fui y no me di cuenta de cómo…..

Mientras David buscaba las palabras para disculparse, Teresa le bajo los pantalones tirando del elástico hacia abajo. Como suponía no llevaba ropa interior puesta, por lo que su tranca apareció ante sus ojos con una fuerza y una virilidad ya casi olvidada. Lo hizo de manera tan poderosa que casi esta golpea el rostro de Teresa al hacerlo, haciéndola pensar para sí misma,“Joder, que hermosura de polla tiene este condenado. Lo que iba a disfrutar si de vez en cuando me diera un buen revolcón”

Teresa desvió su mirada del pene de su yerno, y lanzando su pie derecho hacia adelante, se quito la zapatilla con una maestría que al verla hacerlo David, no pudo más que ponerse aun mas palote. Trago saliva mientras veía como su suegra se agachaba para coger su zapatilla, y empezar la fiesta en su culo con ella. Ya con ella en la mano bien sujeta, le hizo una nueva indicación para que se volviera a posicionar sobre su regazo.

-¡Vamos, que te voy yo a enseñar como tienes que dejar el baño cada vez que te duches, sinvergüenza!

David volvió a tumbarse sobre el regazo de su suegra, sintiendo esta vez como ella lo recolocaba a su merced. Luego cerró los ojos y enseguida sintió el estruendo del primer zapatillazo, y el picor que este dejo en su nalga derecha. Unos segundos después sintió lo mismo en la izquierda, y así alternativamente. Teresa pegaba duro, con pausa, pero duro. Entre cada zapatillazo el tiempo justo para reponerse del anterior, y volver a ...