El reto de la bomba temporizada 3 - Relatos Eróticos

El reto de la bomba temporizada 3

... su cuerpo y su sexo húmedos.

Súbitamente, alguien se sentó en la cama y le acarició un pecho. Luego le quitó los cascos y el sonido volvió a sus sentidos. Manipuló el enganche tras su nuca y, en seguida, la mordaza con forma de falo salió de su boca. Ella tosió y tragó saliva.

—¿Amo?

—Sí.

—Amo… ¿quiénes eran? ¿Cuántos eran?

—¿Acaso importa.

Ella no respondió. En el fondo no importaba.

—¿Han usado preservativo?

—Siempre.

A esa respuesta la acompañó el inconfundible chasquido de un táser que hizo que ella se sobresaltara.

—Tranquila, no es para ti. Es lo que utilizo para asegurarme que ninguno se propasa contigo.

—¿Cuánto tiempo ha pasado?

—Dos horas y media en la silla. Otras dos en la cama.

—Miedo me da—dijo ella, una carcajada traicionándola—.Miedo me da saber qué entiendes tú por “propasarse”.

—¿Disculpa?—dijo él, tomando los sensibles pezones de ella y apretando con fuerza.

—¡Ah, ay! ¿Qué he hecho, qué he dicho?

—¿Me has tuteado?

—¡Perdón! ¡Miedo me da saber qué entiende usted por propasarse!

—Mejor—dijo.

La liberó de la cama y le quitó la venda. Ella se sentó lentamente, dolorida, y Mario la abrazó durante unos minutos enlosque ella apoyó la cabeza sobre el hombro de él.

—He pedido pizza. Vé a ducharte, esta noche puedes elegir película.

—¿La que yo quiera?

—Si dices “Crepúsculo” o “Cincuenta sombras de Grey” te juro que publico toda la carpeta.

—¿Colours of Outer Space,con Nicolas Cage?

—Venga.

Él bajó al piso inferior, y Lucía tomó su teléfono móvil antes de ir al baño. Se duchó con la puerta abierta de par en par y estuvo bajo el agua caliente mucho tiempo, resintiendo las zonas doloridas y limpiándose con esmero. No podía creer lo que había pasado, ni tampoco que ella se sintiera…bien con ello. Como si fuese algo natural, como debían ser las cosas, ¿por qué estaba disfrutando de aquella situación?

Su teléfono móvil sonó con docenas de notificaciones cuando lo encendió. Eran todas de la aplicación de Reddit. Su vídeo ya estaba circulando por toda la comunidad y los comentarios fluían por docenas. Desde felicitaciones al cazador hasta tacharla a ella de puta, guarra y sucia. Se metían con partes de su cuerpo por las que ella sentía complejo, pero también aplaudían la obediencia de una perdedora delTime Bomb Challenge.

Cuando levantó la vista, se encontró a Mario mirándola con tono divertido.

—Acaba de llegar la pizza.

—Amo… ¿puedo vestirme esta noche?

—Solo una bata, y nada debajo.

—Sí, amo.

Se puso una tupida bata blanca de baño que la tapaba hasta los muslos. Comieron juntos en el sofá viendo la película y, cuandoacabaron la pizza, se tumbaron juntos para disfrutar de aquel thrillerLovecraftiano. Mario, a su espalda, acabó colando una mano debajo de la bata acariciando lentamente su vientre y sus pechos, todavía sensibles por el castigo que habían recibido. Ella, en aquel momento, no tenía ningunas ganas de aquello, solo quería ver la película ...