El reto de la bomba temporizada 3 - Relatos Eróticos

El reto de la bomba temporizada 3

... mañana, bien hecho. Puedes ponerte la ropa que quieras, pero llevarás puesto el plug anal que compré con tu dinero”.

¡Cómo le gustaba recordárselo! Por supuesto, Mario había aprovechado el acceso a su cuenta bancaria para comprar todo tipo de juguetes sexuales, uno de ellos el plug anal. Como casi todos sus otros juguetes, también podía controlarse desde la misma aplicación con el teléfono móvil, pudiendo hacerlo vibrar cuando él quisiera. Todavía había otros que no habían llegado a usar: látigos cortos, esposas, cuerdas, pinzas y una gran caja que Mario le había ordenado no abrir. La curiosidad y el temor la estaban matando ante lo que podía ser.

Lubricó y se colocó el pequeño aparato como le ordenaron y se vistió de forma bastante normal. Después de todo, en el trabajo tenía que ponerse el uniforme de enfermera (que no dejaba lugar a la imaginación ni era sexy en absoluto, por más que las películas y el cine porno digan lo contrario), así que no había punto en arreglarse demasiado. Caminar con el aparato clavado en el recto era extraño, y la hacía estar constantemente excitada.

La mañana pasó bastante bien, y ninguna de sus compañeras o compañeros sospechaba la clase de situación en la que se había metido o, nunca mejor dicho, el aparato que tenía introducido en el culo. A media mañana sonó su teléfono móvil, era un mensaje de Mario.“Hoy quiero una foto amarilla. Tienes media hora”.

Los códigos de las fotos o vídeos eran los mismos que los de las carpetas delTime Bomb Challenge. Verde era para contenido erótico no comprometedor: fotos en lencería, sin que saliera su cara, sensualidad, etc.Amarillo era para contenido explícito pero no pornográfico: desnudos integrales, masturbación suave, erotismo explícito, y Lucía siempre tenía que ser reconocible en ellas. Por último, las fotos o videosRojos eran ya para contenido sexual explícito.

—¡Lucía! Ayúdame con Puri, por favor.

—Voy.

Era una compañera que la llamaba para atender a una paciente. La situación se alargó más de lo que esperaba y, para cuando quiso ir al baño para sacarse la fotografía que le pedía Mario, dio un respingo y un pequeño grito; un familiar de un paciente que había cerca la miró extrañado, pero volvió a lo suyo.

El plug anal acababa de empezar a vibrar lentamente. Sacó el móvil y vio que habían pasado treinta y un minutos exactamente.“Me has desobedecido y recibirás tu castigo. Ahora quiero un vídeo Rojo. El plug seguirá aumentando de velocidad hasta que lo reciba y esté satisfecho”.Lucía casi corrió al baño, que por fortuna era individual, y se encerró en el mismo, desnudándose inmediatamente.

Colocó el móvil en una posición que ya tenía controlada de otras veces, bailó y se tocó frente a la cámara durante cinco minutos y,cuando acabó, el vídeo se mandó automáticamente a Mario. Esta era una función que él había instalado en su móvil: una vez grababa un vídeo, tomaba una foto o grababa un audio, este siempre se enviaría a Mario,“así me aseguro de que ...