Clítoris reventado - Relatos Eróticos

Clítoris reventado

... respiré un poco.

Anna dijo:

- "Es encantador." "Quiero jugar con él ahora mismo."

Gruñí y le respondí:

- "¡Lo siento magullado y dolorido y muy pesado!"

Pero Anna no me hizo caso y se puso un poco de lubricante en las manos.

- "Una vez que baje la hinchazón, cortarán el exceso de tejido... ¡Me pregunto cuánto clítoris te quedará!"

- "Uno muy pequeño, creo... Ojalá nunca hubiera hecho esto... Me gusta mucho como lo tengo ahora, pero duele una barbaridad."

Anna deslizó sus manos entre mis piernas y comenzó a masajear suavemente mi clítoris... Necesitaba ambas manos para enrollarlo en sus palmas y el placer superó mi dolor.

- "¡Ooowww!... ¡Mmmm!... ¡Oooh, hazlo más!... ¡No lo hagas fuerte, sólo frótalo!”

Suspiré mientras sus manos lo masajeaban... Mi gran clítoris se estaba hinchando de nuevo... Los moretones ahora se sentían como un dolor placentero y jadeé, consciente de que otro orgasmo alucinante estaba a punto de suceder.

- "¡Sigue!", le dije, pero ella paró y me comentó:

- "La doctora dijo que hoy no tuviera más orgasmos."

- "¡No me importa!... Frótalo... Frótalo fuerte... Por favor... ¡Lo necesito tanto!"

Jadeé cuando ella lo frotó con ambas manos, apretándolo, bombeándolo con el movimiento... Era dolor y placer a una altura que nunca antes había conocido.

"¡¡HAZLO MÁS FUERTE!!", le grite.

Ella me lo apretó, lo hizo puré, frotó y frotó hasta que sus manos se volvieron borrosas de tan rápido que lo hacía.

"¡AAAAAaaaaaa!....¡Ooooooww! ¡Mmmmm!... ¡Siii....Oooh, sí!", grité.

El orgasmo estalló en mí, como si mi clítoris hubiera estallado y el placer se derramara por mi cuerpo... Todavía me frotaba y yo me corría y me corría. Y al final sentí un fuerte estallido... Un dolor intenso me hizo ver las estrellas y mi Anna miró hacia abajo para ver la fuente de la enorme humedad que ella notó en sus manos.

Y es que sus manos estaban cubiertas de sangre... Mi clítoris había estallado, partido por la mitad, y la sangre empapaba las sábanas... Pulsó el botón de alarma y llamó a gritos a una enfermera.

Me llevaron de urgencia al quirófano.

La doctora se puso una bata quirúrgica y mientras las enfermeras se posicionaban en la mesa de operaciones... Ella miró horrorizada lo que había sucedido y me dijo:

- "El clítoris se ha partido."

- "Me estaba corriendo y...", murmuré a través de la máscara de oxígeno.

La doctora me inyectó el coño, fueron cuatro pinchazos agúdos pero con la pérdida de sangre sentí muy poco dolor.

- "¡Has arruinado todo el experimento!... ¡Ahora no tengo más remedio que realizar una clitoridectomía!... ¡Perderás todo tu clítoris!", dijo ella muy enfadada.

“Bien... Quiero que me lo quites”, murmuré.

Yo estaba sujeta en la camilla... La doctora cogió unas tijeras y levantó la enorme carne desgarrada... Todavía estaba enfadada cuando la enfermera le tendió el cuenco.

"¡Aquí está la mitad de tu clítoris!", oí que dijo ella dejándolo caer en el cuenco.

La ...