Cuidado con lo que deseas … - Relatos Eróticos

Cuidado con lo que deseas …

... la charla insustancial durante unos minutos mientras comenzábamos a tomar nuestras bebidas. Samuel no dejaba de mirarme y decirme lo guapa que estaba y lo mucho que le gustaba cómo me quedaba el vestido. Sabía que había elegido bien el modelo al vestirme. La charla comenzó a discurrir por nuestra vida liberal y por las experiencias que habíamos tenido desde que estábamos juntos. Pedimos la segunda consumición y yo me acomodé el escote algo más abierto de lo normal y subí un poco más el vestido para dejar ver casi todo el muslo al límite de que se me viese la ropa interior, quería volver a jugar con a las miraditas con el camarero que, incluso con el ajetreo, cuando atendía otras mesas me dirigía alguna mirada.

“Me comentó Antonio que una de vuestras fantasías era que te pagasen por tener sexo. Incluso me contó que estuvisteis flirteando por email con un tal Rubén, abogado, que entró a un anuncio que había colgado en una página de contactos y que el tipo estaba dispuesto a pagar por pasar un día contigo” – continuó Samuel con la conversación después de que marchase el camarero.

“Sí, bueno, como fantasía es muy excitante y me pone mucho. A mi edad me resulta excitante que haya hombres dispuestos a pagar con acostarse conmigo. No sé. Con aquel hombre no sé por qué no dimos el paso al final. Era un señor bastante mayor pero la situación era muy morbosa. Creo que Antonio, a pesar de ponerle cachondo el asunto, no terminaba de estar convencido yo creo” – expuse notando cómo comenzaba a excitarme recordando aquello y lo embarazoso de la conversación.

“Además, Antonio, ¿cómo le cuentas esas cosas?” – increpé medio en broma a mi chico que comenzó a reír sonoramente.

“Antonio me lo cuenta todo sobre ti.” – interrumpió Samuel. “Es más, no creo que no estuviese decidido en aquel momento sino más bien que es difícil jugar el papel de marido, amante y chulo a la misma vez, ¿verdad?”. Antonio afirmó con la cabeza dando pie a que Samuel continuase hablando. “He estado pensando en ello desde que Antonio me lo contó y tengo que deciros que he estado muy cachondo dando vueltas al asunto y creo que tengo una propuesta” – dijo dejando en suspenso el final de la frase y haciendo una pausa dramática que aumentaba mi intriga sobre por dónde iban a ir los tiros.

“Quiero proponeros a ambos …bueno, a Antonio ya se lo he dicho y está de acuerdo, que seas mi puta para vivir esta experiencia con vosotros. Yo seré tu chulo. Haré tu agenda y trataré con tus clientes para que tú experimentes esta situación y, además, ganarás dinero que ya sé que en este caso no es lo importante, pero ahí está la cosa” – dijo Samuel con pasmosa tranquilidad.

No daba crédito a lo que estaba oyendo a la vez que notaba nuevamente esa sensación de estar cachonda en una situación en la que no tengo control de casi nada.

Samuel debió notar en mi cara que estaba atónita y continuó. “Mira Lola, follarte como a una zorra y cornear a tu marido consentidor está genial y lo voy a seguir ...