1. Mi sobrina y su prima del pueblo 4


    Fecha: 18/09/2019, Categorías: Dominación / BDSM Autor: CacharroLoco, Fuente: TodoRelatos

    ... sentando en el sofá apoyadas en mi pecho, ahora sin cojines. Volvió Esther también sonriente y se sentó en el final. Claudia mas suelta se apoyó en el hombro de su amor prohibido y esta le sonrío. Le dio al pley y vimos la peli “tranquilamente”.
    
    Mi sobrina siguio con su celebración y seguimos con las cervezas que no se acababan nunca. De la película pasaron, no se bien como a la música y los bailes de “tik-tok”, las pueblerinas también se sabían algunos, y yo disfrute del espectáculo, y de mas de una caída, entre risas y mucha más cerveza. Miraba lo bien que se movían y sus tetas botaban al compas de sus culos. Había bailes muy descarados y mi polla saltaba alegre al verlas. Se fueron cansando y volviendo al sofá charlando y cambiando opiniones de tal o cual baile.
    
    Claudia no era tonta, se dio cuenta de porque se tenia que correr dos veces, y tenía más miedo que atracción a mí. Sabia que, si Esther ya estaba asi de sometida, ya habría pasado por mi polla, y recordó el día que fue a la papelería y lo cambiada que vio a Esther al volver. No quería acabar como ella, cogida de los pelos y usada. Si fuera follar normal, ella encantada, pero en esta casa no se follaba normal. Tenía miedo.
    
    Esther se quedo dormida esperando volver a ser usada y mi sobrina la mando a la cama. Obediente dio las buenas noches y se fue. Claudia vio la oportunidad, y esperando que le agarrase Sonia, se levantó también despidiéndose. No paso nada y se fue también a la cama aliviada. Cerro la puerta y puso una silla detrás. Igual la violaría en la noche, temió.
    
    Mis chicas se estiraron, mi sobrina me pego con una teta en la cara y me dijo:
    
    - ¿Vamos a dormir?
    
    Hice que se la iba a morder y le dije levantándome:
    
    -Ya veremos.
    
    Sonia, como cada noche que dormía en casa, se subia a mis espaldas y la agarraba de su culito de piedra. Su peaje eran mis pellizcos muy cerca de su coñito, y las bofetadas de mi sobrina en sus cachetes, reía y protestaba, pero pagaba encantada.
    
    Esther ya casi dormida nos oyó pasar sintiendo envidia, se planteó hasta venir con nosotros, pero se quedo dormida. Claudia también sintió envida, pero también alivio. Sabia que mis chicas me dejarían seco, y mañana seria otro día.
    
    Sonia estaba servida, pero mi sobrina no. Y entre los dos le besemos, mordimos y lamimos hasta que se me puso dura y empujándome sonriente, se subió encima y me empezó a cabalgar sin prisas. Cogí a Sonia y le atraje poniendo su coñito en mi boca. Se acomodo y me fue guiando lentamente por donde quería. Mi sobrina la abrazo y le sobaba sus pechitos. Lo hacía con más rabia de la habitual, le mire a los ojos, se dio cuenta y aflojo sus manos rabiosas. Sonia en cambio le reclamo que siguiera como antes y mi sobrina me sonrío y volvió a amasárselas con rabia. Yo amasaba las de mi sobrina y asi gozamos y follamos hasta que uno tras otro nos corrimos y ayudemos al siguiente a correrse. Se me acomodaron y dormimos con una sonrisa.
    
    Los humanos somos animales de ...
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