1. ¿sobrino?


    Fecha: 16/06/2024, Categorías: Fetichismo Incesto Autor: escritore, Fuente: SexoSinTabues30

    ... uno de mis pechos, quise zafarme, pero me tomó con más fuerza, me dió vuelta y acerco su boca a la mía, apreté los labios para resistirme, efectivamente era Julián quien me decía,
    
    – Anda déjate coger tía, se buena, voy a ser suave, te voy a volver loca de placer.
    
    – No por favor No, suéltame, respétame, soy la esposa de tu tío.
    
    Julián no desistió, sentí sus brazos apretándome contra su cuerpo, un abrazo fuerte y sensual y siguió besando mi cuello, sentí su lengua ardiente lamer mi oído y una oleada de calor invadió mi columna vertebral.
    
    – Vamos, déjate tía, desde la iglesia me dí cuenta que te encantó mi verga y estoy seguro de que te mueres porque te coja – me susurró al oído, fue tan erótico que mi cuerpo tembló
    
    Aunque me negaba, mi cuerpo me traicionaba, me dejaba apretujar y acariciar, sentía su miembro duro y caliente contra mi vientre.
    
    – No Julián, no está bien, tu tío puede llegar en cualquier momento.
    
    – Ja, ja, mí tío está bien ebrio y alegre.
    
    A la distancia se escuchaba la voz de mi marido, cantando a todo pulmón con sus hermanos y amigos.
    
    (Si supiera que su sobrino estaba a punto de cogerse a su esposa)
    
    Sus lamidas descendieron a mis pechos, sus dientes rozaron un pezón mientras me pellizcaba el otro, un gemido salió de mi boca, me fue desnudando, quedando sólo con mi tanguita puesta, sus manos fuertes recorrían mi cuerpo, mis piernas, mis nalgas, nuevamente buscó mi boca y me dio un beso con pasión, sus gruesos labios abrieron los míos, sentí su lengua colarse en mi interior, ardiente, quemante, recorría mi paladar, su saliva se mezclaba con la mía, mientras me apretaba las nalgas con fuerza y lujuria, su olor a macho me embriagaba, hasta allí llegó mi resistencia, mis brazos rodearon su cuello y me rendí a su lengua experta y conocedora, durante varios minutos me estuvo besando apasionadamente, me excitaba su rudeza y tosquedad, propia de un adolescente lleno de energía, estaba toda mojada.
    
    – Así tía, bien, estoy loco por cogerte, que seas mi hembra.
    
    De pronto, en un momento de lucidez, me dio un terrible miedo que llegara mi esposo y me quejé:
    
    – No, espera, no por favor, soy una mujer casada, mi marido es tu tío.
    
    – Vamos tía, nadie lo sabrá, sólo tu y yo, sé que también quieres, estás bien mojadita-dijo al tiempo que sus dedos acariciaban la entrada de mi coñito.
    
    Siguió acariciando mi sexo haciendo a un lado mi tanga y los hundió en mi sexo, haciéndome gemir lo cual provocó que mí bebé comenzara a llorar enseguida el se separó de mí y yo agarré a mí niño y rápidamente le puse uno de mis pechos en su boca para que mí marido no subiera.
    
    a Julián pareció no importarle la situación y rápidamente me dio vuelta y se agachó detrás de mí, apretaba y acariciaba mis nalgas y abriendo las piernas la calentura ya se había apoderado completamente de mí y empiné más el culo ofreciéndolo a sus grandes manos, corriendo la tela de mi tanga que tenía enterrada entre mis nalgas mordió, besó mis cachetes y ...
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