Hospital del horror o del placer - Relatos Eróticos

Hospital del horror o del placer

... de la mañana y me levanté con las mismas sensaciones, tomé la última pastilla y me fui a cambiarme.

Antes de cambiarme me limpié la vagina ya que estaba llena de flujos, como podía tener tantos flujos saliendo de mi,me preguntaba. Ya que mi hijo estaba desayunando para ir al colegio yo me voy a cambiar para ir a la psicóloga. Ya que me dijo que me fuera cómoda me puse unos tacones negros, unas medias hasta los muslos color piel con sus ligueros, una minifalda azul oscura que me llegaba hasta un poco más arriba de las rodillas, y sentía tan sensibles los pezones que no me pude poner sostén, así que me puse una camisa color negra para que no se me noten los pezones parados de lo excitada que estaba. Me puse perfume y me maquille como siempre.

En el viaje en tren logre estar sentada y menos mal porque como iba vestida se me iban a a apoyar y no sabría como reaccionar porque estaba tan cachonda que hasta me lo podía cojer ahí mismo.

Fue un viaje de tortura, estaba muy caliente y no aguantaba más, al hospital llegué con suerte ya que en cualquier momentito estaba por cojer con cualquier hombre en la calle.

Cuando entre al hospital nuevamente no había gente, me acerqué a la recepción y pregunté por Estela. Recepcionista: hola señorita Romina, la señora Estela está preparando todo para su tratamiento. Yo: ah okey y este en el mismo consultorio? Recepcionista: no, está en otra habitación ahora la llamo y se van juntas.

Cuando veo que están hablando por el teléfono del hospital con Estela, en un momento escucho que dice: si esta aquí y vino sola. Yo la miraba a la recepcionista y ella a mi. Cuando de pronto veo en su cara que se reía y algo le dijo en secreto porque se tapó la boca y no pude escuchar lo que dijo. A mi eso no me daba buena impresión pero ya esta no podía irme porque necesitaba terminar este tratamiento porque no puedo seguir así. A los 10 minutos a parece Estela.

Este: hola romina, bueno ya preparé todo porque no me seguís. Yo: bueno dale. Este: como te sentís con las pastillas? Yo: ay la verdad que me están matando, tengo muchas ganas de cojer con cualquiera, no pude dormir a noche, mis síntomas volvieron y mi piel la siento muy receptiva, tanto que cuando me visto me caliento. Este: bueno vamos a ver entonces. Vamos

Cuando la voy siguiendo no estábamos llendo para el consultorio que fui la primera vez. Nos fuimos por otro pasillo en donde el piso está igual de sucio y los asientos rotos. Fuimos hasta el final de ese pasillo y pasamos por unas puertas donde solamente podía pasar personal autorizado. Seguimos caminando y llegamos hasta un ascensor. Yo: tan lejos queda? Jaja Este: si pasa que no pude encontrar otro consultorio.

Cuando entramos en el ascensor Estela pulsa el botón -2, yo la miro como dudando. Yo: tan abajo está el consultorio? Este: si porque ahí están unos consultorios especiales. Cuando bajamos hasta el -2 había un pasillo con varias habitaciones y unas luces en el cual fallaban ya que titilaban y ...