Hospital del horror o del placer - Relatos Eróticos

Hospital del horror o del placer

... dijo que el hospital tenía aspecto terrorífico, Igualmente no me sentía intranquila o al menos no por ahora.

Los días pasaron, hasta que se me hizo sábado, sinceramente no me había masturbado pero se me hizo muy difícil concentrarme en el trabajo, movia a cada rato mis piernas ,mi corazón se agitaba, no estaba muy concentrada, cuando iba por la calle se me hacía difícil también no mirar a vagabundos ni escuchar comentarios obscenos, los dos días cuando llegaba del trabajo tenia con la concha toda mojada, así que me daba baños con agua fría constantemente para calmar mis ganas.

Ya sábado, le hice como pude la comida a mi hijo ya que mi cuerpo me temblaba cada vez más y más. Le dejé la ropa para que se cambie y luego me fui yo a cambiar. No tenía ni ganas de vestirme provocativa ya que no quería llamar la atención de ningún hombre porque sentía que con tan solo palabras sucias podía llegar a un orgasmo muy potente. Igualmente como mi ropero solo tiene ropa provocante decidí ponerme unas calza rosa clarito de tiro alto con unas botas de tacón negras que me llegaban a las rodillas, una musculosa de terciopelo roja y mi chaqueta de cuero negra que era muy corta dejando mi culo parado, obiamente me maquille y me perfume ya que me gusta estar presentable. Cuando me miré en el espejo se me vino a la cabeza a mi vestida así como estoy y un vagabundo que me manosea el culo. Solté un leve quejido, porque estaba tan excitada que ya sentía la vagina como se me abría y largaba un líquido pegajoso. Sin más dudar salí de casa con mi hijo y nos dirigimos al hospital. Hijo: ma te sentís mal? Yo: no, porque mí amor? Hijo: porque estamos llendo a un hospital y te noto muy colorada y además hablas con un tono raro. Yo: no para nada hijito solo me tiene que hacer un control anual. Estaba colorada de lo caliente que estaba por dentro y no podía controlar mi hablar ya que tenía un tono de gatita en celo.

Tardamos como 1 hora en llegar y cuando veo el hospital me espantó. Estaba todo sucio por fuera, estaba lleno de hongos verdes, las rejas estaba oxidadas, y la ventana todas sucias. Cuando entramos vemos que no había nadie, y ya me imagino el porque. Hasta que en recepción nos llaman. Señorita por aquí. Yo: a hola, que tal soy.. Recepcionista: si romina, llamaste por una consulta. Yo: si. Recepcionista: siga hasta el final del pasillo y de ahí a la derecha hasta la habitación 19. Yo: bueno gracias.

Por dentro era igual de feo que por fuera, el piso estaba lleno de mugre, se podían ver cucarachas caminado y los asientos estaba todos rotos y bastante oxidados, en todo el hospital solo se escuchaba el sonido de mis botas de tacón. Cuando llegamos a consultoría 19 apenas tocó la puerta sale la psicóloga. Y no saben quién era…..ambas nos quedamos mirándonos fijamente, yo horrorizada y ella mirándome de arriba a abajo con la misma mirada despectiva. Ella era la señora que en uno de mis relatos que me insultó con su otra amiga mientras esperábamos el colectivo y ...