Hospital del horror o del placer - Relatos Eróticos

Hospital del horror o del placer

... folladas o masturbaciones estas de convertirte en completa zorra, eh perdón ninfomaniaca. Yo: como voy a hacer para no masturbarme más. No puedo, mi cuerpo no para de temblar. Este: te voy a dar unas pastillas, tenes que tomarte 1 cada hora si, y mañana te venís para acá y te veo la vagina dale? Yo: sin mucha seguridad le digo que si. Este: bueno espérame que te doy las pastillas. En eso veo que cambia unas pastillas a un envase diferente y me lo da. Este: estas pastillas son relajantes que causa desinchazon en la vagina e inhibe que tengas pensamientos sexuales. Yo: bueno gracias, 1 por hora entonces? Este: si 1 por hora, si sentís que tu cuerpo está muy sensitivo como tus muslos, piernas, vagina, tus tetas, tu cuello, y tus hombros no te preocupes porque son síntomas de las pastillas además eso en la etapa 4 de la ninfomaniaca esos síntomas que los vas a tener si o si y cada vez que te pongas la ropa o si apenas te rosas con tus manos alguna parte el cuerpo te vas a sentir muy sensible y receptiva, a tal punto que te exites por cualquier cosa. Pero no creo que llegues a ese síntoma. Bueno nos vemos mañana. Este: esta vez si veni sola y con ropa que te sea cómoda. Yo: okey, Estela nos vemos mañana. Este: nos vemos y si tenes impulsos de masturbarte podes hacerlo, igualmente las pastillas deberían calmar tus ansias. Yo: bueno gracias, y gracias por ayudarme antes de que sea muy tarde. Este: no, de nada.

Igualmente había algo en la cara de Estela que no me terminaba de convencer. Cuando me dijo el de nada lo hizo con tono irónico y con una sonrisa maléfica mientras me miraba de arriba a abajo. Este: no te preocupes, te voy a ayudar para que puedas ser la mujer que te mereces. Mientras cerraba la puerta y la escuchaba reírse despacio.

Eso me hacía entrar más en dudas. Apenas caminé por el pasillo hacia la recepción para buscar a mi hijo y salir del hospital feo me acordé que me olvide las pastillas en el consultorio. Cuando toco la puerta Estela me abre y le comento que me olvide de las pastillas en el escritorio. Este: ah, sisi es más tómese una ahora para ahorrarse tomársela en el colectivo o subte o en donde viaje. Yo: ah, si es verdad muchas gracias.

Una vez me tomé la pastilla salí y ahora sí salimos del hospital con mi hijo dirigiendonos a la parada de un colectivo ya que nos dejaba bastante cerca de casa.

Vamos al saltear esta parte ya que no ocurrió nada raro ni excitante. Cuando llegamos a casa me sentía mucho mejor, no me temblaban las manos, ni tenía pensamientos sucios, es más me sentía relajada. El día pasaba y pasaba y ya iba por la sexta pastilla, pero de pasar a estar relajada pasé a sentir cosquillas en mis muslos internos llegando a alcanzar mi vagina, también empeze a sentir como mis pezones estaban duros y sensibles como todo mi cuerpo. Igualmente me quedé tranquila porque Estela dijo que eso podía pasar. Cuando llego la noche y estábamos comiendo ya iba por la pastilla número 10 y la verdad es que la sensación de ...